Este domingo los chilenos volveremos a ser llamados a las urnas para decidir por una nueva Constitución Política del Estado. La norma madre que da vida institucional a nuestro Estado, el rayado de cancha donde debe sobrevivir la democracia, el marco donde se debe garantizar el Bien Común o si quiere, los límites en que Chile debe seguir creciendo en los próximos años.

Decir que la Constitución de 1980  fue modificada 58 veces, para sacar los enclaves autoritarios propios de una Carta Magna creada para justificar jurídicamente una dictadura y que es anacrónica, es real y tan cierto como decir que somos un país democrático que posee una alta cultura cívica, que acude en paz a votar, que espera tranquilamente y que respeta los resultados de las elecciones o plebiscitos aún se gane o se pierda, según el voto - que recordemos - debe ser personal, secreto y sobre todo informado.

Hoy, he decidido repasar la historia, independiente de mi voto (que por cierto tengo claro y que debo mantener en secreto por respeto al valor que las autoridades debemos dar a la prescindencia).

El 24 de septiembre de 1973, una comisión compuesta por 9 personas formó la "Comisión Ortuzar" (Apellido de quien fuera ministro de Justicia y Relaciones Exteriores del presidente, Jorge Alessandri, Enrique Ortuzar Escobar), para redactar un Proyecto Constitucional entregado al Consejo del Estado y la Junta de Gobierno. Tras terminar su redacción el 5 de octubre de 1978. Ese texto fue modificado y presentado a un plebiscito el 11 de septiembre de 1980. Ese día, el SI alcanzó el 67.04% de las preferencias y el NO un 30,19%.

Los datos anteriores sirven para la estadística de un plebiscito que fue fuertemente criticado en el mundo y por la oposición y que, en el marco de esa campaña, llevó a cabo el "Caupolicanazo", donde el presidente, Eduardo Frei Montalva pidió a Pinochet elecciones libres y democráticas. Lo que vino después es historia juzgada, Frei Montalva fue asesinado por la dictadura, siendo este, el único magnicidio que registra la historia política de nuestro país (El juez Alejandro Madrid, determinó en 2019, que la muerte del ex mandatario fue un homicidio simple y condenó por el delito de homicidio a seis procesados).

Pero sigamos avanzado, porque fue el presidente Ricardo Lagos el que logró 58 reformas a la CPE, eliminando los enclaves que aseguraban mayorías parlamentarias a los seguidores de Pinochet, como era el caso de los senadores designados, cargo que no olvidemos, sostuvo el propio dictador.

el 19 de octubre de 2019, chilenas y chilenos salieron a las calles para dar vida a lo que se conoció como "Estallido Social" y mientras las manifestaciones se expandían por el país sin treguas durante más de un mes, el parlamento, liderado por Felipe Harboe y Mario Desbordes, con un Gabriel Boric como diputado, alcanzaba el llamado "Acuerdo por la paz y una nueva Constitución", que nos llevó a elecciones de constituyentes y a un plebiscito donde ganó el "Rechazo" por una amplia mayoría contra el "Apruebo". El domingo 4 de septiembre de 2022, más de 13 millones de chilenos dieron, otra vez, muestra de nuestra cultura cívica y se dio paso a otras elecciones y a otro plebiscito para este domingo 17 de diciembre.

La Carta Magna que recibió las 58 modificaciones en el gobierno del presidente Lagos, fue catalogada por él mismo como el nuevo Contrato Social, 100% democrática y lo escribo porque eso es lo que haremos este domingo, rechazar o aprobar un texto que fue demandando por los chilenos y chilenas en 2019 y que debe seguir cada paso establecido para garantizar que la democracia siga robusta.

El Bien Común es el norte, no los egoísmos que garantizan felicidad en desmedro de la tristeza de otros. Vote libre, en secreto e informado y no olvide que para lograr esto varios y varias personas perdieron la vida.

Jorge Rivas Figueroa

Administrador Público

Licenciado en Ciencias Políticas