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La Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento ha dado un paso crucial en su búsqueda de soluciones duraderas al conflicto territorial que afecta a las regiones del Biobío, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Se llevó a cabo un intercambio de ideas y reflexiones con los gobernadores de estas regiones, quienes desempeñan un papel fundamental en este proceso.
En primer lugar, es imperativo destacar el espacio propiciado para este diálogo, así como la inclusión de representantes de todas las regiones con población mapuche. El problema mapuche y los desafíos que enfrenta no se limitan únicamente a la Araucanía; abarcan todo el sur de Chile, desde el Biobío hasta los Lagos. En este contexto, es crucial reconocer que la vía política es el único camino hacia la paz y el entendimiento, que son los objetivos centrales de esta comisión.
Entre los actores se presentaron diversas ideas que merecen una consideración seria. En primer lugar, se enfatizó la importancia de reconocer los errores del pasado y de solicitar disculpas por ellos. Asimismo, se subrayó la necesidad de proporcionar compensaciones, no solo en forma de tierras, sino también de otras maneras, dado que la tierra es un recurso limitado. Esta es una oportunidad para aprender de nuestros errores y asegurarnos de que nadie salga perjudicado tras la implementación de las disculpas, el reconocimiento y las compensaciones.
En lo que respecta al Biobío, es fundamental comprender que la Conadi, a pesar de sus 30 años de existencia, necesita una profunda revisión. Su enfoque en la entrega de tierras se ha vuelto insuficiente, y a lo largo de los años ha habido problemas de probidad y falta de control en la calificación de aplicabilidades. Además, la actual ley indígena califica a las personas como relativamente incapaces, lo que dificulta la toma de decisiones sobre la tierra que se entrega. Ha llegado el momento de reconocer la plena capacidad de la población mapuche.
También es importante recordar que la población mapuche coexiste con la población chilena en estas regiones y que la pobreza estructural afecta a ambos grupos por igual. Es necesario implementar un plan integral que aborde esta pobreza y lleve a la población de la provincia de Arauco y el Biobío del siglo XIX al siglo XXI. La violencia que ha prevalecido en estas zonas en las últimas tres décadas es inaceptable y debe ser atendida con urgencia.
Además, no debemos olvidar que una parte significativa de la población mapuche en el Biobío reside en áreas urbanas. En una región con casi 1.6 millones de habitantes, aproximadamente 150,000 se identifican como mapuches. Todos los actores involucrados deben ceder, ya que no hay otro lugar en el mundo donde estas personas puedan convivir en paz.
En conclusión, la reunión de la Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento con los gobernadores de estas cuatro regiones representa un paso crucial hacia la búsqueda de soluciones y la construcción de una paz duradera en el sur de Chile. El reconocimiento del pasado, la generación de compensaciones, la revisión de la CONADI y el abordaje de la pobreza son pasos esenciales en este camino hacia la reconciliación y el entendimiento.
Rodrigo Díaz W., gobernador regional del Biobío
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