Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna
Columnista

Los derechos estudiantiles sin límites amedrentan el ejercicio docente

Mario Morales Burgos

Profesor

por Mario Morales Burgos

La sociedad de los derechos es una de las principales aspiraciones que todos los demócratas y progresistas han buscado, incansablemente, construir e instalar en el corazón de nuestro país.  Este propósito se ha venido materializando en todo lo que va corrido del siglo XXI, manifestándose en las principales áreas sociales, especialmente, en educación, cuestión que nos parece muy importante, a no mediar la falta de límites y la no vinculación con los deberes.

La actual legislación y el conjunto de normas que se han producido, blindan absolutamente a nuestros estudiantes, levantando una valla frente a los docentes y asistentes de la educación, dificultando que el profesor cumpla cabalmente con su función, cual es procurar aprendizajes en las diferentes materias de las asignaturas que conforman el currículum.

La legislación se construye a partir de ciertos sesgos, ya que da la impresión que considera  la escuela como un espacio de riesgos, donde el maltrato, acoso y autoritarismo dan lugar a la principal causa de la vulneración psicoemocional de los estudiantes , dejando fuera la responsabilidad de la sociedad y la familia , cuestión que da pie a los padres y apoderados para exigir aquello que ellos no han sido capaz de inculcar  a sus hijos: El sentido de la obediencia y respeto a las normas básicas de convivencia. Para originar una adecuada experiencia de aprendizaje en nuestros estudiantes, se requiere crear un clima favorable para el desarrollo de las actividades pedagógicas, como así mismo tener estudiantes que obedezcan instrucciones, respeten a sus pares y profesores y sepan mantener una actitud socialmente positiva hacia el aprendizaje.

Cuando todo lo señalado anteriormente no se expresa en la conducta estudiantil, el profesor debe llamar al orden y exigir respeto; debe ser enérgico y amonestar  a sus estudiantes para pedir  orden, ya que no existe otra forma , desde lo pedagógico, para iniciar el proceso de enseñanza y aprendizaje . No se puede enseñar ni aprender en medio del caos y la indisciplina.

Lo que nos convoca en este comentario tiene que ver con este desequilibrio que actualmente podemos observar entre los derechos sin límites y la omisión tácita de los deberes, sumando además el retiro del liderazgo y autoridad del profesor, la cual se pone en tela de juicio frente a cualquier episodio, donde éste trata de crear el necesario ambiente para que sus estudiantes aprendan. El profesor y asistente de la educación se sienten amedrentados para ejercer su labor, ya que una simple llamada de atención o amonestación puede dar lugar a una "vulneración emocional" del estudiante, originando el reclamo de éste y su apoderado y luego el propio colegio debe denunciar este hecho que nace de una legítima acción de su profesor y asistente, pero que a la luz de la normativa aparece absolutamente superado por los derechos.

Frente a esta realidad contradictoria, necesitamos fundar nuevos conceptos y complementar nuestros discursos , hablando de la sociedad del respeto , y responsabilidad , de la tolerancia, la fraternidad y la justicia, y por cierto, de los derechos y deberes , teniendo presente que este es un proceso social colectivo , donde se debe ejercer una acción educativa desde todos los espacios, empezando por el Estado y la familia y dejar que la escuela cumpla con su función donde los niños y estudiantes aprenden, conducidos por su profesores y asistentes sin que se sientan amenazados cada vez que tengan que llamar a la disciplina y al respeto que históricamente han merecido nuestras aulas.

Mario Morales Burgos

Profesor

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto