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En marzo del 2020, con los primeros casos de Covid 19, pocos podían imaginar la magnitud de la Pandemia, su enorme impacto en nuestras vidas individuales y colectivas, en la producción de bienes y servicios, la pérdida de puestos de trabajo, informales, comercio, turismo, gastronomía, espectáculos, pequeñas y medianas empresas y en el gran requerimiento de personal e insumos para enfrentar la angustiante demanda de cuidados hospitalarios, en camas básicas, intermedias, críticas, residencias sanitarias de infectados, personas mayores, grupos de alta fragilidad.
Luego de 3 años y medio de Pandemia en el país, nos encontramos con una situación epidemiológica muy distinta. En pleno invierno, con alta circulación de virus respiratorios, predominando Respiratorio Sincicial e Influenza A, el Covid-19 circula en baja proporción, con pocos contagios, escaso requerimiento de hospitalización y de camas críticas.
Esto no es casual. Obedece al gran esfuerzo sanitario asumido por la OMS y países miembros, en nuestro caso del gobierno del presidente Piñera y del Ministerio de Salud, que en el contexto de Alerta Sanitaria, disponen de grandes recursos económicos para la contratación de personal utilizado en tareas de cuidados, fiscalizaciones, transporte, trazabilidad, compra de vacunas y posterior vacunación.
Desde marzo del 2022, llegado el gobierno del presidente Gabriel Boric, la continuidad de los cuidados y múltiples tareas para enfrentar la Pandemia, han logrado los resultados de contagios ya señalados. Sin embargo, a nuestro gobierno le ha correspondido asumir las complicaciones derivadas de esa situación sanitaria en todas las esferas de la vida nacional. Se trata de poner en pie al país, retomando las actividades habituales en economía, educación, la vida cotidiana de ciudadanas y ciudadanos y por supuesto responder a las demandas en salud, no atendidas y agravadas en los años precedentes, el aumento de las listas y tiempos de espera para cirugías, atenciones de especialistas, alteraciones de salud mental, necesidades de cuidados de personas mayores, entre otros.
Estas necesidades y requerimientos urgentes de la ciudadanía, deben ser asumidos por nuestro gobierno y los sectores dirigentes del país, parlamentarios, gremios empresariales, sindicatos, organizaciones eclesiásticas, gobernadores, miembros del poder judicial, que inciden en los diálogos y acuerdos, vía pacto fiscal, agenda pro-crecimiento, reforma tributaria, reforma previsional, para contar con más recursos económicos, que permitan resolver esa cirugía de cáncer, que nos da más años de sobrevida, la consulta del especialista que nos da sobrevida con más calidad de vida y dignidad, o la que nos permite volver a creer en las personas y en un futuro de prosperidad familiar y para nuestra patria.
En definitiva, no se trata de la política pequeña, la de "unos votos más o menos", la de los "gustitos". Hoy tenemos la oportunidad, después de una gran tragedia Mundial y Nacional, de construir un mejor futuro para chilenas y chilenos, con solidaridad y más equidad, menos conflictividad social, mayor seguridad y felicidad. Sin duda, es una tarea para la Gran Política.
Dr. Eduardo Barra Jofré
Seremi de Salud Región del Biobío.
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