Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna
Columnista

Cuando pensamos en los niños

Carolina Jaque

Docente Terapia Ocupacional
Santo Tomás Los Ángeles

por Carolina Jaque

Cuando pensamos en los niños, una de las primeras cosas que vienen a nuestra mente es su protección, y no olvidemos que el Día del Niño se conmemora porque luego de la Primera Guerra Mundial se genera una preocupación debido a la situación precaria en la que se encontraban, luego de eso Naciones Unidas celebra este Día Mundial de la Infancia en honor a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y a la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, el tratado internacional más ratificado de la historia; desde ahí, los esfuerzos se centran en promover su bienestar y protección. En muchas familias los niños son el centro del funcionamiento familiar, ponemos toda nuestra energía y esfuerzo en hacerlos felices y es aquí cuando viene la pausa...

En el Día del Niño los medios centran la atención en ellos, nos sensibilizamos y las personas en general ponemos a los más pequeños como protagonistas, pero ¿Hemos pensado como queremos impactar este día en ellos? La invitación es a rememorar nuestras experiencias, porque en general todos tenemos recuerdos memorables de nuestra niñez, sean olores, sabores, lugares, personas y en ocasiones objetos; lo que nos lleva a ese momento de felicidad, felicidad que de acuerdo con la definición de los diccionarios es entendida como "un estado de ánimo, donde las personas se sienten satisfechos de gozar lo que desean y disfrutar de algo bueno".  La pregunta entonces es, ¿Qué le queremos entregar este Día del Niño a nuestros niños? y lo más importante, ¿Qué voy a entregar yo como adulto? Yo propongo entregar lo que hoy en día más nos falta, tiempo. Que gran regalo ¿cierto?, no le quiero restar importancia a ese regalo en el que han pensado o que ya compraron, pero acompañemos ese objeto con nuestra presencia, generemos recuerdos, escuchemos sin sesgo alguno los deseos de nuestros niños en este día, comprendamos sus pensamientos, su lógica.

Solo por hoy entendamos que quería la manzana a la mitad y no cortada en trocitos, que es vegetariano/a pero no le gustan las verduras, que el vaso para usar hoy era el azul y no el verde, que ya no quiere terminar el helado porque está muy frio, que se quiere bañar pero sin mojarse, que llore porque no le dejo tener un tiburón de mascota, porque quiere de vuelta las uñas que le corte, o simplemente porque no quiere dormir sola/o. Los niños deben vivir todas las emociones que el mundo les va a entregar: pena, enojo, tristeza, miedo, esperemos que estén tristes si su perrito se va al cielo, esperemos que se enojen si alguien les rompe su juguete favorito, pero esperemos que el día del niño sean felices, así tal cual. Seamos parte sin condiciones este día, inventemos un desayuno del día del niño, o un almuerzo especial, salgamos a un lugar entretenido, abracemos más, conversemos más, que nos duela la guata riéndonos.

¿Y cómo sabemos? Quizás en algún momento de nuestras vidas, tengamos más de un Día del Niño al año.

Carolina Jaque

Docente Terapia Ocupacional

Santo Tomás Los Ángeles

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto