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Con situaciones tan diversas como la de un gobierno que en su campaña promovió la eliminación de las mismas, pero con el transcurso del tiempo se han dado cuenta, al menos un alma, que no es posible eliminarlas de ipso facto sin generaran un grave daño al sistema de salud.
Por otro lado, hay un fallo de la corte Suprema que obliga a las ISAPRES a pagar una cifra cercana a los 1400 millones de dólares, cifra que según ellas colapsaría financieramente al sistema y produciría una quiebra del mismo.
Queda en medio de esta situación los usuarios del sistema privado; y nuestra principal preocupación como gremio, nuestros afiliados tanto prestadores como usuarios del sistema, a los cuales se les genera una incertidumbre en cuanto a su cobertura de salud , como así también el pago de sus prestaciones.
Y también por que no plantearlo los usuarios de FONASA, un sistema de por si ya colapsado, que ven en esta situación una amenaza de aumentar la precariedad de la atención; principalmente en tiempos de espera tanto quirúrgicos, como de consulta de especialidades; ya que el sistema no cuenta con la infraestructura ni RRHH necesario para hacerse cargo de esta nueva oleada de cotizantes.
Que sucederá con los trabajadores directos y los indirectos asociados a la industria de la ISAPRE, el gobierno ha realizado estudios al respecto? como engrosaran la lista de personas (y sus familias) dependientes del estado?; parece no haber una análisis de sistema dentro de esta problemática. Acá no me refiero a los prestadores; sino a los funcionarios, empresas de seguridad, aseo, inmobiliarias transportes, publicidad, medios de comunicación entre otros.
El no aplicar las tablas de la superintendencia, efectivamente genera un desmedro a los afiliados que debe ser restituido; sin embargo cabe preguntarse por qué no las aplicaron; cual es el valor que el estado le da a la salud, aparentemente es menor que el que el ciudadano común y corriente le da, ya que este último está dispuesto a desembolsar un monto superior al calculado por la autoridad, por un servicio que estima de mejor calidad y oportunidad que el sistema público.
Entonces hacia donde debemos apuntar si queremos resolver la situación, a mi me parece muy claro al Estado de Chile y su cara visible en salud MINSAL, FONASA y SUPERSALUD quienes deben asumir un rol más activo y requerir los cambios legislativos que permitan una mejor salud oportuna y de calidad para todos los chilenos, no debemos perdernos en eso, la primera responsabilidad en estatal.
Como podemos resolver esta situación sin que colapse el sistema de salud:
1. Dándole el valor a la salud que realmente le dan los ciudadanos, y trasparentar que el 7% no es suficiente para cubrir nuestras expectativas de Salud por ej. Cuanto estamos dispuestos como sociedad a invertir en salud?.
2. Desarrollar una política de mejoramiento de la infraestructura y RRHH del sistema público de salud que aplique componentes territoriales, de equidad y oportunidad, talvez es el momento de desmunicipalizar la salud y gestionar la APS en forma armónica con los niveles secundario y terciario.
3. Mejorar las prestaciones de FONASA y que funcione tanto como asegurador publico y privado; mejorando estrategias como PAD y aumentando la cobertura de libre elección en prestaciones quirúrgicas, donde claramente está al debe y tiene que realizar un mayor esfuerzo financiero.
4. Realizar una gestión financiera con respaldo estatal a las ISAPRES, como se hizo en la crisis bancaria del 80, a través de un crédito blando a largo plazo para aquellas instituciones que tengan vialidad y se adscriban a un programa de mejoramiento continuo y contención de costos.
5. Fortalecer las atribuciones de la SUPERSALUD como ente fiscalizador de la ISAPRES.
6. Evaluar como incorporar de manera efectiva el IPC de salud en el cálculo de los costos del sistema y que a todas luces se despega del IPC oficial. Se observa que mientras el IPC oficial es de un 12.9% , FONASA suba sus aranceles un 6.5% y las ISAPRES estén obligadas a no más de un 2.9%. Esa distorsión afecta significativamente la viabilidad financiera de cualquier empresa, no solo de las ISAPRES.
Tenemos mucho que recorrer aún en temas de Salud, pero lo concreto es que por el momento no podemos darnos el lujo de perder una parte de este sistema hundiendo a las ISAPRES, sin tener un mejor Sistema público que sea capaz de responder a las necesidades y expectativas de nuestra sociedad.
Dr. Luis Medina Barra
Presidente Colegio Médico Regional Los Ángeles
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