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Como cada año, la llegada del frío y las bajas temperaturas coinciden con el momento de mayor incidencia de patologías propias del invierno como gripe, virus sincicial respiratorio, influenza o bronquiolitis en nuestros niños. Enfermedades que han provocado que los centros de salud de todo el país se vean colapsados por el aumento de consultas y hospitalizaciones pediátricas.
A raíz de esto, vale preguntarse qué está pasando con nuestros niños y niñas después de dos años de pandemia. Si bien el incremento de estas incidencias es provocado por múltiples factores, entre los que cabe destacar es el contagio que se produce en jardines infantiles, salas cunas y establecimientos educacionales; donde los menores pasan gran parte del día en espacios con poca ventilación y que favorecen la dispersión de virus y otras bacterias. De esta manera evidenciamos que las medidas sanitarias implementadas en los jardines infantiles y colegios para evitar la propagación del Covid-19 y otros virus, no es suficiente.
El invierno apenas comienza y las bajas transmisiones de enfermedades respiratorias registradas en los últimos dos años, hace que los niños no hayan tenido la exposición habitual a estos patógenos. Lo que trae como consecuencia una mayor susceptibilidad y gravedad en las infecciones respiratorias, provocando una importante alza de casos en la red sanitaria. Por lo tanto, el llamado es resguardarse en el periodo de vacaciones, informarse para saber actuar ante cualquier emergencia, no postergar el control pediátrico, las vacunas; y, además, tomar medidas de prevención en casa para evitar complicaciones en los cuadros respiratorios.
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