La irrelevancia de las ideas

Camila Mora V., Ingeniera en ideas

por Camila Mora V., Ingeniera en ideas 02 Diciembre 2020

Llegó un punto en el que estamos desbordados de información, dónde los noticiarios pasaron a último plano, y las redes sociales entregan el protagonismo de las ideas a todos los mortales. Es como si pudiéramos leer el inconsciente de las personas, como si pudiéramos escuchar los pensamientos de todos al mismo tiempo. Algunos leen poco y opinan mucho; otros buscan fuentes sesgadas para aferrarse a alguna idea que parece ser la salvadora; otros hacen eco de lo que encuentran tratando de entender qué está pasando; algunos buscan respuestas a preguntas que aún no entienden; los más avezados formulan hipótesis de lo que leen o escuchan y transforman la realidad hasta dejarla borrosa; los catedráticos tienen la oportunidad de exponer sus estudios y teorías a públicos que antes no se interesaban, y que hoy, tampoco lo hacen. Estamos ante un tsunami de información que no distingue lo relevante, abrimos la puerta para que todos expusiéramos nuestras opiniones al mismo tiempo, estábamos tan carentes de comunicación, que hoy lo hacemos en masa, acaparando cualquier vitrina que pueda llenar ese vacío comunicacional, escuchando a medias a los pocos que hablan más alto, y sedientos de venganza por crucificar al que piensa diferente.

Hoy podemos guardar silencio, o podemos gritar nuestras opiniones o ideas, y cualquiera sea la opción que escojamos no podemos hacer nada con el caos que nos rodea. Podría contar un cuento, hacer una declaración de principios, escribir la carta Magna, o amenazar con que un duende se los comerá en sus sueños si no terminan de leer mi columna hasta el final, pero no importa, todo eso quedará en el olvido luego que comparta esta publicación, de que algunos la lean, otros le den «me gusta» sin leerla y así, hasta que desaparezca de las noticias de mi muro. Hoy, hasta la más sensata de las opiniones queda guardada en el cajón de la irrelevancia, y, hasta que no pongamos orden todas (o casi todas) las ideas seguirán siendo irrelevantes.