Cuando a usted le preguntan: ¿Le gustaría trabajar 40 o 45 horas? Es probable que la mayoría responda 40, históricamente, y por nuestra cultura, este último tiempo se ha preferido ojalá tener que trabajar el tiempo que quiera, que me otorgue más recursos y no tenga que rendirle cuentas a nadie. Ejemplo de esto ha sido el ascenso indiscutible de trabajos irregulares en estos últimos años, por cuenta propia, como las aplicaciones móviles Uber, Cabify, Didi, entre otros. Esto les permite que sin un contrato establecido, ni un impuesto que pagar más que la comisión de usar la aplicación, obtendrán ganancias según lo que pueda o quiera trabajar durante el día. La diputada Vallejo, abrió el debate hace ya un tiempo con respecto a disminuir la carga horaria de 45 a 40 horas, ¿cuáles fueron sus argumentos? bajando la carga laboral se disminuye el estrés en los trabajadores, pasan más tiempo con sus familias, son más felices y a largo plazo se aumenta la eficiencia. Por otra parte el ministro Monckeberg anunciaba que podrían disminuir los empleos y fomentarse la automatización de las cosas, entre otros argumentos. Sin embargo, ¿qué evidencias tenemos con respecto a esto? Aún no se han manifestado.

No podemos caer en un debate sin argumentos sólidos, ya que la diputada, alude que cuando se redujo la carga horaria de 48 a 45 horas no disminuyeron los empleos, sin embargo, tampoco las empresas variaron notablemente la eficiencia de los trabajadores. Por otra parte según el estudios elaborados por el INE, actualmente sólo el 40% de la fuerza laboral en Chile está contratada a jornada completa, un 30% lo hace a través de boletas de honorarios y el resto lo hace a través de trabajos part time, es decir, solamente el 40% de los trabajadores se vería efectivamente beneficiado con la nueva reforma, ya que lo técnico del proyecto de ley, que es media plana, contempla sólo jornada completa. Ahora si nos enfocamos en las empresas, no se ha dado bien la lectura de la situación, según estudios del INE el 70% del empleo del país lo generan las Pymes, que representan al 98% del total de las empresas de Chile, mientras el resto lo hacen las grandes empresas. Este último año se han declarado en quiebra 1132 empresas, de las cuales 101 fueron en nuestra región, producto de una mala reforma tributaria implementada, sumamos la implementación del 4% de AFP con cargo al empleador, el costo del 11% que significará para los mismos el rebajar la jornada y que actualmente ya existen 66.755 empresas que figuran como morosas de las cuales el 85% son Pymes. Yo me pregunto ¿es necesario ahogar el motor del país? está claro que todos preferiríamos descansar más, pero antes, debemos ver más allá y que el foco no sea la cantidad de horas, si no las condiciones en las que se realizan, ya que es imposible que se le atribuya una reforma únicamente al tiempo que pasan algunos dentro de sus trabajos, ya que según el Ministerio de Salud el año 2017 se detectó un 700% de aumento en las enfermedades por agobio laboral, donde tres de las cuatro causas principales no era la cantidad de tiempo en el trabajo en sí, si no la doble carga en muchos casos de mujeres que deben compatibilizar labores domésticas con el trabajo, los tiempos de traslado y los bajos salarios.