Desde hace algunos días nos hemos percatado por la prensa, o bien asistiendo a nuestro consultorio más cercano, sobre una movilización que partió tenuemente, pero que ha ido cobrando fuerza con los días.

Se trata el paro de los Médicos Generales de Zona (MGZ),  que son aquellos jóvenes profesionales de la salud, que han optado por el ejercicio público en zonas aisladas o con escasos recursos, con la condición de acceder a una beca de especialización pasado unos años de ejercicio.

Su movilización indefinida ya cumplió varios días de desarrollo, con un porcentaje de adhesión del 100 por ciento según sus organizadores.

El motivo central de su malestar es la disminución creciente de las becas de especialización, las cuales han ido en franco retroceso -especialmente- desde el año pasado.

Según los datos entregados por el gremio, el año pasado hubo 770 becas para 770 postulantes, mientras que este año hay tan sólo 750 para un total de 909.

Esto resulta preocupante, sobre todo cuando nadie se hace responsable de este déficit, ya que el ministro de Salud sostiene que no es responsabilidad de su cartera, acusando a las facultades de Medicina de  no proveer los cupos necesarios para formación de especialistas.

Más allá del grado de responsabilidad que puedan tener las casas de estudio, es tiempo ya que el Estado se haga cargo de este problema, pues de seguir así nos quedaremos sin médicos especialistas en nuestro sistema público.

No es para nadie sorpresa la falta de especialistas, en áreas tan sensibles, como: la oftalmología, dermatología, otorrinolaringología y cardiología, entre muchas otras.

Esto repercute claramente en la población más pobre de nuestro país, ya que estos deben esperar meses o bien años, para acceder a un médico especialista en el sistema público de salud.

Debido a ello, no podemos esperar que las facultades de medicina se dignen a crear más programas de especialización. Es momento que el Estado tome un rol proactivo, que fomente y garantice la generación de más especialistas.

Quizás esta paralización de los Médicos Generales de Zona sea la mejor oportunidad -que hemos tenido- para mejorar el Concurso de Médicos en Etapa de Destinación y Formación, EDF.

Por ello, el llamado es a que la autoridad de salud se posicione en su rol, dejando atrás la burocracia y la búsqueda de culpables, con la finalidad perfeccionar el mecanismo que debiera garantizar la generación de especialistas en el sistema público.

No queremos más que nuestros vecinos y vecinas se agraven esperando una ansiada interconsulta, por el contrario queremos una atención de salud oportuna y digna, donde una hora con un especialista no sea una suerte o un privilegio.