Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna
Columnista

El síndrome del ?patrón de fundo?

La Tribuna

Los dueños de las empresas forestales, y su plana directiva, se instalaron suficientemente lejos para mirar el negocio con ?perspectivas globales?, dejando en el territorio a jefes de producción y de relaciones públicas, cuyo desempeño era estrictamente medido por el cumplimiento y costos de producción y por contener el malestar de los trabajadores contratistas y las comunidades afectadas con sus labores de producción.

por La Tribuna

Renato Segura, CER Regional

El “patrón de fundo” es una expresión que se incuba en la historia de Chile para describir a los terratenientes que eran dueños y amos de los bienes corpóreos e incorpóreos, relacionados con su propiedad.  Eran personas de mundo, con mucho dinero, cuya palabra era ley en los territorios donde ejercían el derecho de propiedad (“Dichos, frases y refranes con historia”, Héctor Velis-Meza).

La prepotencia, la arrogancia, el sentirse dueños de la verdad y el tener actitudes de desprecio hacia personas que consideran inferiores, eran algunos de los atributos de los patrones de fundo, de entonces, que han prevalecido en el comportamiento de algunos empresarios de hoy.

La región de la Araucanía y la provincia de Arauco han conocido muy de cerca la realidad de estos personajes de la historia de Chile. La industria forestal compró vastas extensiones de territorio para asegurar el abastecimiento de materia prima. Los que vendieron la tierra, sin estar preparados para utilizar dichos recursos para asegurar su futuro, se fueron a vivir a los centros urbanos en situación de pobreza. Los que no quisieron vender, por razones culturales o étnicas, quedaron obligados a convivir con un vecino poderoso que hacía sentir unilateralmente su presencia. Finalmente, quienes labraban la tierra, fueron contratados por la industria en la cadena de producción de menor valor agregado y, por consiguiente, de menores salarios.

Los dueños de las empresas forestales, y su plana directiva, se instalaron suficientemente lejos para mirar el negocio con “perspectivas globales”, dejando en el territorio a jefes de producción y de relaciones públicas, cuyo desempeño era estrictamente medido por el cumplimiento y costos de producción y por contener el malestar de los trabajadores contratistas y las comunidades afectadas con sus labores de producción.

Por lo anterior, resulta un contrasentido el reciente llamado de la Corporación de la Madera (Corma), que representa los intereses de las grandes empresas de la industria forestal, a la “paz social” en la Araucanía (y Arauco) y, simultáneamente, que destaque el récord histórico de envíos forestales de sus socios mayoritarios.

Es decir, mientras a más de 600 kilómetros de distancia la industria se vanagloria de su éxito en los negocios, con un agresivo plan de reinversión de sus utilidades en el exterior, se muestran al mismo tiempo observadores y comentaristas del sufrimiento de las comunidades residentes, provocado por la violencia, la pobreza y la desesperanza, que ellos mismos contribuyeron a forjar.

Típico de chileno “patrón de fundo”.

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto