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Agrofuturo, ¿futuro del Agro?

Leslia Jorquera

Roberto Poblete, actor.

por Leslia Jorquera

 ¿Con qué fin desconocidos asaltaron este cultivo? Pensaban que podían reducir el cáñamo? En estricto rigor podrían, sin embargo, las plantas no contienen THC (Tetrahidrocannabinol) porque se trata de cáñamo industrial.

Este fin de semana, visité en Los Ángeles las instalaciones de Agrofuturo, quienes tienen un cultivo inédito en nuestra zona, de cáñamo industrial con fines investigativos, que data del año 2008 y que en una década ya presenta avances importantes para la ciencia y la actividad agrícola de nuestra provincia de Biobío. También pude conocer los pormenores del asalto que sufrieron y que afecta no sólo a un grupo visionario de emprendedores, sino más bien a la sociedad en su conjunto.

Álvaro Gómez, ingeniero agrónomo de profesión y socio fundador de esta iniciativa, quien nos explica sobre las líneas de investigación que se proponen con estas plantas, de desde ambientales, industriales, hasta nutricionales, dada la riqueza de sus semillas, en ácidos grasos, omega 3, 6 y 9. Nos comenta que en las últimas décadas ha dejado de producirse en algunos países del mundo, lo que abre una nueva exploración.

Con el tiempo los profesionales han ido acotando las líneas investigativas y se concentraron en el uso del cáñamo para producción de celulosa y biopolímeros, mientras que la semilla les permitía producir aceite con fines alimenticios. Inicialmente esta idea se desarrolló de forma privada y con el tiempo se abrió la posibilidad de optar a fondos Corfo, lo que les ha permitido indagar por primera vez sin hacer un esfuerzo solo personal.

Sin embargo, hace algunos días, sufrieron un asalto en sus instalaciones, pese a las estrictas normas de seguridad con qué contaban. Un grupo de antisociales ingresaron al recinto y robaron cerca de un centenar de plantas y destruyeron otras 100, generando un enorme detrimento al patrimonio investigativo de todo el país, ya que dicho experimento es inédito en Chile, daño invaluable, porque ocasiona por lo menos un año de retraso al proyecto.

Cabe la pregunta, ¿con qué fin desconocidos asaltaron este cultivo? Pensaban que podían reducir el cáñamo? En estricto rigor podrían, sin embargo, las plantas no contienen THC (Tetrahidrocannabinol) porque se trata de cáñamo industrial, es decir se puede fumar, pero sin efectos sicotrópicos. Nos cuesta entender qué pasa por la cabeza de un ladrón, pero sin duda se equivocaron.

Y es que, aunque para algunos parezca un cultivo “pecaminoso” si dejamos de mirarlo con la moralina conservadora, se abre una seria oportunidad de negocios para los agricultores de todos los tamaños en la zona, que nos permitiría ser referentes para otras latitudes.

No nos queda más que desear paciencia y éxito a quienes seguirán liderando esta iniciativa, para lo que deberán reponer la línea de cultivo que fue robada y destruida. Ánimo, porque con su indagatoria están contribuyendo a la ciencia y por ende al bienestar de las personas. Sería aconsejable que quienes tienen la facultad de informar al respecto, también indaguen y no hablen de marihuana cuando se refieren al cáñamo industrial y menos den las coordenadas de este proyecto, ya que los amigos de lo ajeno no son capaces de hacer la diferencia.

Esta es gente que se atreve, que ha luchado día a día, que ha visitado todos y cada uno de los Ministerios, que ha solicitado todos y cada uno de los permisos. Ojalá que esta perseverancia, pueda verse reflejada en el éxito del proyecto, un trabajo de más de diez años. De todas maneras.

Roberto Poblete, actor.

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