Mónica Colin Aravena

Jefa Provincial de Educación Biobío

El viernes recién pasado se celebró a nivel nacional el “Día de la Convivencia Escolar”, instancia que tiene como principal objetivo fomentar el ambiente solidario, integral y participativo entre las distintas personas que conforman un establecimiento educacional, ya sean estudiantes, directivos, profesores, asistentes de la educación, entre otros.

Valores esenciales en el diario vivir de las personas, tales como el respeto, honestidad, responsabilidad y ayuda hacia los demás, son pilares fundamentales  para fortalecer la Educación de nuestro país, así como también el verdadero pilar para la construcción de una buena convivencia escolar.

Es por lo tanto que uno de los objetivos que tiene la Reforma Educacional que está implementando el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, es velar y potenciar que se cumplan los valores mencionados anteriormente, ya que garantizar una buena convivencia escolar en los establecimientos educacionales va en directa relación con lograr una educación de calidad en el país.

Potenciar las competencias ciudadanas donde se destaque la importancia cultural y social de aprender a convivir en armonía y en buena relación con los demás, es entonces uno de los objetivos a destacar de las jornadas que se realizan cada año entorno al Día de la Convivencia Escolar, donde varios establecimientos educacionales, de distintos niveles y partes del territorio nacional, se unen en un trabajo de promoción de buenos tratos y donde se reflexiona sobre el rol, como también responsabilidad que tienen cada uno de los miembros de la comunidad escolar.

La Reforma Educacional está en marcha, y va más allá de generar un cambio estructural, sino que también contempla incorporar nuevos métodos con los cuales los niños que salgan mañana de los colegios, sean más participativos, tengan un rol social y estén preparados de buena forma para enfrentar la vida que les depara la etapa laboral.

Reflexionar sobre el Reglamento de Convivencia, que tiene cada comunidad educativa, permite avanzar en conjunto hacia una calidad, y con ello asegura el derecho a la educación, estableciendo programas de apoyo, analizando el rol de los actores involucrados en los procesos de construcción y ejecución de las normas, como también velar porque la convivencia pase a ser parte integral de la gestión escolar.

La convivencia escolar ha pasado a ser un componente relevante dentro de las tareas de gestión que se deben implementar en las escuelas y liceos. Con la entrada en vigencia de la ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, relevó la Buena Convivencia como un indicador de calidad. De este modo, cada vez que se evalúan los aprendizajes del currículo formal se evalúa también la percepción de la comunidad acerca de la Calidad de la Convivencia entre los actores del establecimiento, resultados, que se entregan cuantificados anualmente de acuerdo a un índice de calidad.

Podríamos decir en conclusión que tan importante como lograr el aprendizaje en geometría, por ejemplo, lo es ahora también tener conocimientos referidos al buen trato y respeto del otro, como también aprender a resolver políticamente los conflictos.