Familia corralera despidió a un hombre dedicado a su comunidad

Impacto causó en la sociedad angelina la abrupta partida del destacado agricultor y socio de la Asociación de Criadores de Caballos Chilenos de Biobío, Miguel Jara Bello, conocido hombre de campo y corralero de la comuna de Los Ángeles, quien en vida aparte de sobresalir por sus dos grandes pasiones, el rodeo y los caballos, también lo hizo desarrollando una hermosa labor social, fundando una escuela especial en su misma parcela, camino a Santa Fe, para que niños con síndrome de Down pudieran ir a practicar equinoterapia con sus equinos.

Esta última iniciativa surgió como una inspiración durante una muestra que se realizó en el Champion nacional del año 2012, donde Miguel Jara observó la participación de menores con necesidades educativas especiales en la medialuna de Rancagua, tras lo cual él decidió facilitar sus dependencias y caballos a la Corporación Educacional Sternenkinder, ubicada muy cerca de su parcela, para que alumnos de ese establecimiento acudieran a realizar equinoterapia.

En julio de 2015, así recordó la fundación de su escuela en entrevista que concedió a Diario La Tribuna de Los Ángeles. “Es algo bastante completo, donde existen médicos, veterinarios, educadoras diferenciales. Cerca del campo donde vivo hay un colegio, la Corporación Educacional Sternenkinder, ‘Niños de las estrellas’, donde hacen equinoterapia, con los que me contacté, ofreciéndoles el campo completamente gratis. Tuvo muy buena acogida. Tengo caballos de raza chilena, se han comportado muy bien y sobre todo para este tratamiento. Fueron a ver el campo, don Alberto, que es el veterinario que está a cargo de esto. Empezamos a trabajar el 2013 y, según lo conversado con los coordinadores del colegio, me han comunicado que el resultado ha sido muy favorable, porque se ha estado en contacto con la naturaleza en un 100 por ciento. Pregunté si es que debía hacer una modificación y me pidieron que dejara todo tal como estaba”, contó en aquella oportunidad.

FAMILIA E HIJOS

Miguel Jara Bello era casado con María Graciela Claissac Van-Cauwelaert, con quien tuvo cuatro hijos. Dos de ellos conversaron con Diario La Tribuna, dando muestras de pesar, pero a la vez de tranquilidad, por la muerte de su padre.

“La partida fue inicialmente una pena tremenda, producto de cómo él fue como padre. Mi papá dejó un legado muy lindo en relación al cariño que le tenía mucha gente, sus amigos, era un gran hombre, una gran persona, que no solamente me lo han hecho saber en estos días, también me llenaba de orgullo cuando me encontraba con algún amigo de mi papá y me comentaba el lindo personaje que era, lo atento, lo caballero, lo buen amigo y la buena persona. Eso, obviamente como hijo a uno lo hace sentirse orgulloso y yo sé que el legado y la huella que dejó va a ser imborrable. Una pérdida tremenda, doloroso, pero que al mismo tiempo uno se llena de orgullo por haber tenido un padre cómo él fue”, expresó Sebastián Jara, el menor de sus hijos.

Respecto a la obra social que concretó en vida y que quedará para la posteridad como es la Escuela de Equinoterapia que impulsó, su hijo Felipe Jara, el mayor de todos, resaltó el sentido que su padre quiso darle a esta importante iniciativa.

“A mi papá siempre le gustó ayudar mucho, fue un hombre que la parte social la llevaba bien adentro y desarrolló este proyecto de la equinoterapia con una escuela que está cerca de la casa, cerca de Santa Fe, en el country Santa Eliana. Desarrolló el proyecto junto con esta escuela, donde mi papá puso a disposición sus caballos para estos niñitos con síndrome de Down que necesitaban de algo más para poder desarrollarse, y la verdad es que eso a él lo llenaba de mucho orgullo, le llenaba su corazón al ver a estos niños, la alegría de ellos cuando se subían a un caballo, cuando iban al campo, cuando llegaban y lo saludaban, eso a él lo llenaba mucho como persona, lo hacía un hombre inmensamente feliz”, manifestó su hijo mayor.

MUESTRAS DE PESAR

Conocido el sensible fallecimiento de Miguel Jara, emotivas muestra de afecto hacia la familia brotaron desde distintos sectores. El director de Corporación Educacional Sternenkinder, Carlos Collio, expresó a través de su Facebook que “queremos compartir con ustedes una lamentable noticia para nuestra Corporación Educacional Sternenkinder, la partida de un gran amigo y colaborador de nuestro establecimiento, don Miguel Jara Bello, quien fue el creador del taller de equinoterapia puertas afuera, taller de equinoterapia que se realiza semanalmente en su campo y con sus caballos, lugar donde nuestros niños acuden contentos y donde encuentran mucho cariño, especialmente cuando el “tío Miguel” los esperaba con algún engañito. Él nos ofreció generosamente su campo y su cariño, creyendo siempre entregar una sonrisa y felicidad a estos niños que viven en su mundo muy especial”, señala el mensaje.

También la Asociación de Rodeo y Criadores de Caballos Chilenos Biobío, a través de su sitio oficial, manifestó su pesar por la partida de uno de sus más distinguidos socios. “Nuevamente la familia corralera de Biobío se encuentra en un hondo pesar. Ha fallecido Miguel Alberto Jara Bello, un huaso de tomo y lomo que hasta hace poco se desempeñó como delegado de la Federación de Rodeo Chileno. En la actualidad se encontraba disfrutando de su criadero “On Gonza”, esto lo llevaba a participar de las actividades de la Asociación de Criadores de Caballos Chilenos de Biobío, a la cual pertenecía como socio criador. Además, pertenecía al Club de Rodeo Chileno Santa Bárbara, Club que en estos momentos siente profundamente la partida repentina de un socio y amigo”, menciona en su portal la institución.