Suboficial mayor Rosa Quijanes: "Es un honor servir a mi país"

Con más de 30 años de servicio en la institución de Carabineros,  la suboficial mayor Rosa Quijanes Martínez destaca por su espíritu de servicio, responsabilidad, carisma e inconmensurable entrega con su deber de funcionaria. 

Todos estos valores fueron destacados por sus colegas, quienes han visto ella una profesional inspiradora y que impacta día a día, con su trabajo, en el bien de los funcionarios y funcionarias de la provincia.

"Soy Carabinera porque siempre tuve la inquietud de ayudar a las personas y por el honor de servir a mi país, esa es la esencia de Carabineros", fueron las palabras de la suboficial Quijanes.

Rosita, como es conocida por sus más cercanos, es casada hace 40 años, con un funcionario de Carabineros, y juntos tienen dos hijos, la mayor, de profesión fonoaudióloga y el hijo menor, teniente primero de la Armada.

"Mi esencia es ser madre, y eso se ha traspasado a mi trabajo", remarcó. 

Actualmente la suboficial Quijanes se desempeña en al área administrativa, y su carrera en la zona, se remonta a 1997 cuando arribó a la Primera Comisaria de Los Ángeles.  Desde entonces, ha prestado servicios en el Servicio Médico Legal, Prefectura y Fiscalía.

"Mi carrera casi siempre ha sido trabajando para el funcionario y su familia, y eso es muy gratificante, poder ayudar para que mis colegas salgan tranquilos al servicio, prestando la atención a todos los temas que requieren, ellos y sus familias.  Yo siento que ayudo a mis colegas para que sirvan al país", expresó.

Sobre su momentos más complejos, la funcionaria señaló que el Estallido Social le afectó como persona, porque sintió la ingratitud de la comunidad hacia Carabineros, lo que fue doloroso.  Pero remarcó el tiempo ha revertido esto.  "Sentí dolor, pero Carabineros es fuerte, somos personas que llevamos el uniforme con orgullo, en beneficio del país y la comunidad".

A pocos días de acogerse a retiro, señala que se va orgullosa del trabajo realizado, y que la espera una nueva labor de ayuda, que es el cuidado de sus padres mayor. 

Me estoy yendo en el momento de irme, siento el cariño a los carabineros, tengo nostalgia dejar a mis colegas, pero es tiempo de cumplir con otras labores. "Me voy con el corazón lleno", finalizó.