Sobre 36 grados pronostican para Los Ángeles durante esta semana

Una nueva ola de calor se aproxima para los últimos días del mes de enero. Según pronosticó la Dirección Meteorológica de Chile el fenómeno afectará a seis regiones del país durante la semana.

De acuerdo a lo informado, se esperan máximas de hasta 35°C en la región de Valparaíso, Metropolitana, Ñuble y Biobío.

De esta manera, las altas temperaturas se darán en zonas de valle, cordillera de la costa y precordillera de aquellas regiones.

Tal como explicó el académico e investigador del Centro de Investigación y Transferencia en Riego de la Universidad de Talca, Patricio González Colville, esta ola de calor se comenzará a sentir desde el lunes hasta el jueves aproximadamente. Las regiones del Maule, Ñuble y Biobío serán las más impactadas. El pick de estas altas temperaturas estará principalmente en Los Ángeles, donde el día jueves se pronostican entre 36 y 37 grados.

En tanto, en Chillan se van a registrar entre 34 y 35 grados y lo mismo para algunas comunas de la región del Maule, indicó.

¿A QUÉ SE DEBE?

Según explicó el académico, esta ola de calor se produce porque hay un anticiclón cálido muy potente asociado a la vaguada costera y que está ubicado hasta Punta Arenas. La alta presión provoca vientos de travesía desde Argentina, que suben por la cordillera y al bajar se comprimen con el suelo generando un alza de la temperatura casi en dos grados más que el valor climatológico. Esta ola de calor va a durar hasta tres días. 

Otro factor asociado que mencionó Gonzáles es la mega sequía. Explicó que este problema está dejando un esquema bastante drástico para la provisión de agua potable. Puede haber un racionamiento de agua potable en Santiago y quizás avance hasta las regiones de Maule, Ñuble y Biobío. Otro evento importante que se está produciendo por la mega sequía, es que los inviernos cada vez llegan con menos agua y los veranos duran desde diciembre hasta marzo, con olas de calor que superan los 36 grados entre Santiago y Los Ángeles.

Junto con ello, el investigador agregó que hay dos tipos de altas temperaturas. Una son los eventos cálidos, cuando la temperatura supera los 33 grados durante un día o máximo dos; y una ola de calor es cuando la temperatura sobrepasa los 33 grados pero durante tres días o más, incluso puede llegar hasta siete días.

OLA DE CALOR Y MASCARILLAS

En el marco de este segundo verano pandémico, la sensación de calor en las personas aumenta con el uso de la mascarilla de la cual no se puede prescindir.

En relación a esto, Vanessa Jara, académica de Enfermería de la Universidad San Sebastián, explicó que la hidratación es fundamental para contrarrestar la sensación de calor detrás de este elemento de protección personal.  El agua debe ser consumida, idealmente, antes de salir. Si vamos a tener que sacarnos la mascarilla para ingerir líquidos, que sea en espacios abiertos para evitar riesgos de contagio en medio de aglomeraciones. Siempre una mascarilla va a ser muy calurosa. Las quirúrgicas, esas que tienen pliegues y que son desechables, tienden a ser un poco más delgadas que las KN95 o N95, pero tienden a humedecerse más fácilmente, reduciendo su efectividad, puntualizó.  

Las recomendaciones internacionales sugieren que las mascarillas deben cubrir completamente boca y nariz, ajustándose con precisión a la cara y ojalá que tengan una varilla nasal, para evitar que el aire se filtre. De esta forma, "se desaconsejan las mascarillas de tela y las que tienen válvulas exhalatorias, ya que estas últimas permiten el paso de virus al ambiente, protegiendo solo a las personas que las usan, pero no a su entorno.  

Respecto a la ropa más adecuada, indicó que se deben privilegiar aquellas prendas de algodón y de colores claros, eso disminuye mucho la sensación de calor en espacios con altas temperaturas.