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La Tribuna

El agua llegó para quedarse -y para siempre- en Las Camelias Bajas

por Camila M. Celis Rodríguez

Gracias al trabajo impulsado por la comunidad, Nestlé Chile, Fundación Amulén y la municipalidad de Los Ángeles, treinta y cinco familias de la zona contarán con un flujo constante de tres litros por segundos, impactando directamente en el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes y vecinos.

INICIO OBRAS APR NESTLÉ 2 /

Jessica Salazar, secretaria de la Junta de Vecinos de Las Camelias Bajas, vive hace veinte años en el sector, una de las zonas rurales de Los Ángeles donde la sequía, también conocida como la otra pandemia, ha pegado con especial dureza. Tanto para ella como para las treinta y cinco familias que habitan en la zona, la realidad es la misma: no existe una red de agua potable que les permita proyectar un estilo de vida como el de cualquier persona en las zonas urbanas de nuestro país.

Sin embargo, esta situación lamentablemente no es exclusiva de ellos. De acuerdo a cifras que maneja Fundación Amulén, el 47,2% de la población rural en Chile no cuenta con abastecimiento formal de agua potable, forzando a un gran número de personas a abastecerse desde canales de regadío o camiones aljibe dispuestos por los respectivos municipios.

En el caso de Los Ángeles, la situación es aún más crítica ya que el 73% de sus viviendas rurales no logran acceder a una red de agua, con todos los efectos que ello conlleva. Dicho de otro modo, se trata de cientos de familias que no pueden hacer actividades tan cotidianas como tirar la cadena del excusado, lavarse los dientes en un lavatorio o encender una lavadora y ver cómo hace el trabajo de manera automática. Ni hablar de abrir una llave y beber agua fresca.

El caso de Las Camelias Bajas es emblemático. Su única fuente de agua potable es un canal de regadío al que acceden de manera esporádica debido a que su torrente es constantemente interrumpido por la sequía o por el secado que hace la sociedad administradora del mismo para efectos de limpieza y dragado de sedimentos. Dicho en simple: en Las Camelias Bajas la única certeza es que el agua se acaba cuando menos se espera.

Miguel Almendras, 55 años, vive desde los diez en el lugar y conoce bien la situación. Junto a su familia ve como año a año el canal se seca y sus pozos a más de 6 metros de profundidad quedan completamente vacíos. Esta realidad ya los tiene acostumbrados a vivir con menos de 50 litros de agua potable al día, la mitad de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

AGUA PARA LAS CAMELIAS BAJAS

Buscando revertir esta situación, Fundación Amulén junto a la municipalidad de Los Ángeles y Nestlé, con el apoyo de los Parques Eólicos Entre Ríos y Lomas de Duqueco, desarrollaron un proyecto para la construcción y habilitación de un sistema de Agua Potable Rural (APR) que les permitiera acceder a un flujo constante de agua y revertir las actuales condiciones.

Tras meses de trabajo, coordinación, planificación y construcción, el pasado 14 de octubre, el agua llegó definitivamente a Las Camelias Bajas. Gracias a un pozo profundo, una caseta de tratamiento de potabilización del agua y dos estanques de 10.000 litros de capacidad, los 140 habitantes de la zona contarán con un caudal garantizado de tres litros por segundo durante todo el año y, lo mejor de todo, de manera constante, segura y para siempre.

Ese histórico día, los vecinos tuvieron una buena noticia que contar, casi al unísono. Con alegría, abrieron las llaves de sus casas y mientras algunos bebieron agua fresca, otros regaron jardines. Jessica Salazar no esconde su emoción, Fueron cuatro años de mucho trabajo, muchas reuniones, de tocar muchas puertas buscando el financiamiento que nos permitiera llegar a este día. Le agradecemos a Fundación Amulén, a la municipalidad y a Nestlé por hacer posible algo que parecía imposible y hoy es una realidad.

Similar diagnóstico hace Miguel Almendras. Contar con una red de agua potable marca un antes y un después en nuestras vidas. No tengo la menor duda que tanto para mí, mi familia y la de mis vecinos, se vienen tiempos de mucha alegría sabiendo que la conexión que hoy queda disponible para todos nosotros será un factor que va cambiar la calidad de vida y, por supuesto, aumentará las ganas de quedarnos en esta tierra donde la mayoría crecimos, indicó el vecino.

En Fundación Amulén trabajamos para visibilizar la grave situación de escasez hídrica que viven más de un millón de personas en el país. Existen comunidades en Chile que llevan más de 7 años esperando una solución. La realidad es que la relación entre carencia de agua y vulnerabilidad social es directa, por lo que no podemos seguir haciendo más de lo mismo. Es muy difícil surgir, superar obstáculos y avanzar sin contar con un servicio tan básico como el agua, explica Antonia Rivera, directora de Proyectos de Fundación Amulén.

Este proyecto llega a dar vida a esta comunidad, ya que el agua es un elemento esencial para el día a día y más aún en un contexto de crisis sanitaria como el actual, dijo Alejandra Pizarro, gerente de Fábrica Nestlé Los Ángeles. Nuestra compañía está comprometida con el cuidado del agua y lo hacemos por supuesto en nuestras operaciones, pero sabemos que nuestro compromiso no debe quedar ahí y debemos actuar colaborativamente en temas tan relevantes como generar conciencia sobre la importancia de su conservación y saneamiento, así como del acceso a este recurso, agregó.

CARING FOR WATER,

DE NESTLÉ

Las obras en Las Camelias Bajas forman parte de la ambiciosa agenda de trabajo que Nestlé realiza a nivel mundial en materia hídrica, cuya finalidad es orientar un mejor uso del agua en sus fábricas, proteger las cuencas hidrográficas de uso compartido, apoyar a los proveedores agropecuarios en la gestión consciente del agua, y ampliar el acceso a agua potable y saneamiento en las comunidades donde tiene sus operaciones.

Bajo el nombre de Caring for Water, este programa se enmarca en su Modelo de Creación de Valor Compartido (CVC), que busca contribuir a un futuro más saludable para las personas, las comunidades y el planeta, y avanzar a paso firme en el cumplimento de sus treinta y seis compromisos públicos alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

Gracias a la implementación de Caring for Water, entre 2010 y 2020, Nestlé Chile redujo en casi un 40% el consumo de agua por tonelada de producto elaborado a partir de la ejecución de diversos proyectos e iniciativas propias y colectivas.

En paralelo, la compañía ha realizado estudios hidrogeológicos y sociales de los territorios donde se encuentran emplazadas sus fábricas y diseñado programas socioambientales para cada una de ellas. De esta manera, Las Camelias Bajas es hoy un ejemplo más de cómo el trabajo conjunto público-privado hace posible que el acceso a agua potable reduzca brechas y abra puertas para una mejor calidad de vida.

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