Vecinos de El Ciruelo Sur volvieron a protestar por faenas de instalación de parque eólico

A poco menos de un kilómetro del camino a El Ciruelo, desde la ruta entre Los Ángeles y Nacimiento, dos letreros rivalizan en su contenido.

Situados uno frente al otro, separados por la vía asfaltada, son la muestra palpable del conflicto desatado en ese sector rural de la comuna de Los Ángeles, distante unos 10 kilómetros al surponiente de la capital provincial.

Es que en agosto pasado, los residentes de esa zona campesina supieron que se iban a iniciar las obras de construcción de un parque eólico que implicaría el paso de camiones y maquinaria de alto tonelaje.

¿El problema? Hasta ese momento, afirman los residentes, nunca fueron informados de la ejecución de faenas de esa naturaleza. Tampoco del impacto que podría ocasionarles a su estilo y calidad de vida la puesta en marcha del parque eólico, de la empresa Aes Gener, que considera torres de más de 220 metros de altura.

De inmediato se organizaron y en septiembre llevaron a cabo una protesta que, con pancartas y banderas, llegó hasta el corte camino de acceso por varios minutos al paso de camiones de la empresa que construye el parque eólico llamado Mesamávida.

Ayer, por segunda vez, los mismos vecinos del sector El Ciruelo Sur se volvieron a manifestar, esta vez para reiterar lo mismo de hace un mes.

Vilma Mellado es la vocera de los vecinos movilizados y preside el comité de adelanto, instancia que se creó a partir de la situación originada por el parque eólico.

Ayer, a la cabeza del grupo de residentes que salió con lienzos y banderas, insistió en sus quejas. Lo primero es que el proyecto, aunque fue presentado y aprobado en su tramitación ambiental hace más de seis años, recién supimos que iban a construir cuando vimos entrar los camiones. Nunca nos informaron, nunca nos avisaron.

Según la dirigenta, en las 545 páginas de la Declaración de Impacto Ambiental que revisamos exhaustivamente, el Ciruelo Sur no aparece en ninguna parte. Si no fuera porque hicimos presión y les dijimos u2018hey, estamos acá, existimos, recién ahí se dieron cuenta porque nos invisibilizaron durante todo este tiempo.

También enumeró los problemas futuros que implicaría la puesta en operaciones del parque eólico: lo primero es que se afecta nuestra calidad de vida. Nuestros terrenos han perdido su plusvalía, nos preocupa el efecto en las napas subterráneas, también el ruido que van a generar, además de la pérdida de las comunicaciones. Son torres inmensas que afectan a cualquiera.

A su juicio, es importante que ellos reconozcan que se vulneraron todos nuestros derechos como ciudadanos. A partir de eso, pedimos que se nos respete. Vamos a convivir por 25 años (con las torres eólicas) y eso se tiene que mitigar de alguna forma.

Por lo mismo, sostuvo que el lunes, a través de un abogado, se le presentó un oficio a la empresa invitándolos a conversar sobre nuestra problemática y estamos esperando que nos respondan. Se les invitó a que se manifieste sobre nuestra situación.

EMPRESA: DIÁLOGO ABIERTO

A través de una escueta declaración, la empresa AES Gener lamentó las manifestaciones como la ocurrida ayer en el camino de acceso al sector El Ciruelo Sur.

De acuerdo a la compañía, AES Gener mantiene contacto directo y fluido con todas las organizaciones territoriales de la zona en donde se construye del proyecto eólico Mesamávida, incluidos los vecinos del Ciruelo Sur. Nos hemos reunimos con ellos en diversas oportunidades y establecimos un mecanismo de comunicación directo.

En ese marco, aseguró que en nuestra última reunión acordamos volver a reunirnos esta semana para conversar con los representantes de cada una de las familia los detalles, avances del proyecto y sus compromisos sociales.

La empresa AES Gener concluyó indicando que las relaciones se construyen en torno al diálogo y al respeto y el proyecto Mesamávida ha estado y siempre está disponible para conversar con quien lo requiera. Lamentamos este tipo de manifestaciones.