Padre Luis Sánchez: "Es lamentable para uno como fiel, como sacerdote, vivir esta Semana Santa así"

El Padre Luchito, como es conocido cariñosamente en la comunidad de la Parroquia Buen Pastor, viajó a fines de agosto del año pasado a Italia, enviado desde la Diócesis Santa María de Los Ángeles, para realizar una licenciatura en teología bíblica en la Universidad Gregoriana, por tres años.

Al igual que en Chile y en cualquier lugar donde esté presente el COVID-19, en Roma las misas se desarrollan sin fieles, ya que las iglesias han optado por hacerlas de forma privada, con un solo sacerdote, y transmitirlas vía online.

Un escenario triste para un religioso, pensando que está muy cerca del Vaticano, centro neurálgico de la Iglesia Católica, ubicado en el corazón de Roma.

Es lamentable para uno como fiel, como sacerdote, vivir esta Semana Santa así, aun cuando sabemos por la fe que el Señor siempre está con nosotros, pero en este tiempo es cuando concurre una mayor cantidad de fieles a las parroquias, a las comunidades, lamentó Sánchez.

Si bien en Italia ya han disminuido los contagios, los hospitalizados y fallecidos, los decesos no bajan de 500 personas por día. De hecho, las autoridades decidieron prolongar la cuarentena hasta el 3 de mayo.

Como ciudadano, siendo testigo de lo que ha sucedido en Italia en los últimos meses, me he dado cuenta de que mientras esto no se tome en serio y seamos conscientes de que esto trae como consecuencia la muerte de muchas personas, lo que aquí pasó, que las autoridades tomaron decisiones tardíamente, esto va a seguir avanzando y es difícil después controlarlo, reflexionó.

Por ello, exhortó a los angelinos a prevenir. Deben evitar al máximo salir de sus casas, hacerlo solo para lo necesario, y aprovechar todos los medios que estén a su alcance para permanecer en sus hogares y evitar el contagio, enfatizó.

Finalmente, el sacerdote llamó a todos los cristianos, especialmente a los fieles católicos, a cumplir con nuestro deber de ciudadano, y por otro lado a vivir con esperanza este tiempo, más aún en estos días, en que celebramos el amor de Cristo por el mundo, hasta dar su vida por nosotros en la cruz, y como creyentes también en la Resurrección, sabiendo que Él vence todo mal, remató.