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Ximena Marchant Atencio: "Manejar carros bomba es la forma en que me siento útil a la comunidad"

por Prensa La Tribuna

Se inscribió en bomberos como una forma de ayudar a quien lo necesitara en un momento difícil. Al poco tiempo, pasó de ser voluntaria a maquinista, y hoy, conduce los carros más grandes y modernos de la zona.

Eleseiscuatro /

Ximena Marchant Atencio (43) nació

en Lanco y gran parte de su vida la desarrolló en Valdivia. Bordeaba los 30

años cuando, pese a tener una vida medianamente resuelta, con una hija pequeña

y estabilidad laboral, descubrió que algo le faltaba, que había un espacio

importante que llenar.

Y es que según su relato, siempre

estaba dispuesta a ayudar, a socorrer a alguien que enfrentara alguna

desgracia, y como versa el dicho, hacer el bien sin mirar a quien.

Mi hija tenía cuatro años, la vida

estaba un tanto resuelta en varios aspectos, pero me faltaba algo en qué volcar

lo que me nacía hacer por otras personas. Antes de ingresar a la institución,

trataba siempre de ayudar a alguien, o a un animalito, entonces siempre fui

como dada a andar ahí, haciendo algo bueno por otro, recordó.

Por ello, en Noviembre del año 2001

decidió inscribirse en bomberos, y se enlistó en la segunda compañía de Valdivia,

transformándose en la primera voluntaria en la historia de dicha unidad.

Lo llevo en la sangre, ya que mi

abuelo materno pertenecía a la institución, algunos primos también, así que

creo que va en los genes, aseguró.

De

voluntaria a maquinista

En sus ratos libres, feriados

largos o festivos, Ximena manejaba radiotaxis, y en el campo, tomó una qué otra

máquina agrícola o tractor, pero nunca se imaginó a bordo de un carro.

Sin embargo por instrucción del

director de su compañía de ese entonces, se le solicitó presentarse en un lugar

determinado, un día y hora establecida. ¿El motivo? aparecía en la nómina para

hacer el curso de maquinista.

Confiesa que inicialmente estaba

asustada, ya que era algo totalmente nuevo, y de mucha responsabilidad. Tenía

que estar consciente que si viene cierto vamos a socorrer a alguien que lo

necesita, tenemos que ir pensando en que vamos a ser la solución al problema y no

convertirnos en un problema más, reflexionó.

Pese al temor que sintió en un

principio, logró obtener la licencia profesional A4, que se sumó a la 1 l A1 y

A3 que ya tenía. Así, el 2003 se inició en la conducción de carros como

voluntaria en Valdivia, y luego, como conductora rentada en la misma ciudad,

entre el 2006 y el 2013.

Los

Ángeles, su casa actual

De Valdivia, por distintos motivos,

se trasladó a Santiago, donde estuvo un mes en la escuela de una de las

principales empresas de transporte del país, no obstante, ser conductora de

buses fue una opción que desechó, porque no se sentía cómoda.

Poco tiempo después, el amor la

trabajo a la capital provincial de Biobío. Llegué acá a Los Ángeles porque mi

pareja estaba acá, y me vine a vivir por eso. Él es voluntario de la primera

compañía de bomberos germana de La Unión, y como las compañías son confederadas

(chileno-alemana), entonces el aquí participa como canje de la sexta compañía.

Antes de reencontrarse con su

principal pasión, que es conducir carros, pasó cerca de un año donde, donde

estuvo trabajando en otros ámbitos, hasta que, en el año 2014, surgió la

posibilidad de volver a las pistas, como personal rentado del Cuerpo de

Bomberos de Los Ángeles.

El cuartelero que había acá se fue

y me llamaron a conversar. Después de entregar mis papeles, comencé a

desempeñarme como cuartelera en diciembre, explicó.

Cuando empecé a manejar, se decía

en ese entonces que era la primera mujer a nivel nacional manejando carros

bomba. Como cuartelera, creo que no hay otra, aclaró.

Esta última función, implica que

además de conducir, debe hacer trabajos de mantención de la sala de máquinas,

marcado de material, embarrilar mangueras, limpieza, y otros.

Pasión

por las máquinas

En el ámbito bomberil, Ximena es

conocida por todos como L6 (la denominación L se refiere a cuaretelero y el

número indica la compañía), y en cada una de sus acciones demuestra el amor que

siente por su trabajo.

Así lo reconoce también el capitán

de la sexta compañía del cuerpo de bomberos de Los Ángeles, Esteban Véjar,

quien agradece y felicita no sólo su preparación técnica, si no también, su

capacidad humana

La señora Ximena para nosotros ha

sido un pilar muy importante porque aparte de ser una excelente profesional, en

todo sentido, en la conducción, en la seguridad que demuestra al volante, en el

cumplimiento de sus tareas y los horarios, también ha visto pasar generaciones

de bomberos cada año, y ha sido de gran ayuda con sus conocimientos bomberiles

que obtuvo antes de entrar a este trabajo

Vejar reconoció que además, muchas veces la hemos visto como una mamá, como una tía, como una amiga, a todos nos ha dado una palabra de apoyo, de aliento cuando nos ve medios tristes, medios complicados, medios angustiados, cansados después de las emergencias, ella siempre ha estado ahí preocupada de sus bomberos, de su compañía, y eso es lo que nosotros queremos siempre destacar de ella, que, su condición de ser la única conductora del cuerpo de bomberos, asignada a una unidad de varones, ha sido de gran ayuda, porque se ha notado la mano femenina que muchas veces hace falta en estas instituciones

Esto se nota, porque para Marchant manejar

carros me apasiona, me gusta lo que hago. Ciertamente es un trabajo, pero

también una forma de contribuir a los requerimientos cuando hay emergencias, el

poder trasladar a los voluntarios y hacer que ellos sean parte de la solución a

un problema, declaró.

Y añadió que el poder ayudar a alguien que lo requiere en un momento de tanta angustia, ya sea en un accidente vehicular o en un incendio, es mi forma de sentirme útil en la sociedad, de contribuir con un granito de arena, a que los bomberos estén siempre listos y dispuestos a poder salir estando yo en mi trabajo eso es así. (Frase destacada)

Llamado

de emergencia

Si bien ninguna emergencia es igual

a otra, la mayoría de éstas, traen consigo escenas de profundo dolor por parte

de quienes las protagonizan y sus seres queridos, en especial cuando se trata

de accidentes vehiculares.

Por ello, el trabajo más allá de lo

técnico y de las maniobras que se realicen, hay que tener, dice Ximena, un

respeto especial por el paciente al que se intenta rescatar.

Siempre trato de inculcarle a los

voluntarios, en especial a los más nuevos, que la persona que lamentablemente

pierde la vida en un accidente, obviamente no va a sentir nada, pero uno

siempre tiene que tratar de ser respetuoso con la familia, y tratar de que sea

un trabajo que sea digno, ya que hay una familia detrás de él o de ella.

Consultada sobre cuál es el

episodio más crudo que ha vivido durante los últimos años, L6 asegura que todos

aquellos donde hay pérdida de vidas, ya que los familiares sufren un dolor

indescriptible, que requiere de contención inmediata, que muchas veces, le ha

tocado brindar.

Esa es la parte más dolorosa en un

accidente de tránsito, cuando ven a su ser querido tendido...si viene cierto a

uno la misma experiencia le va colocando más resistencia a algunas cosas, pero

uno sigue siendo un ser humano, y no puede evitar sentir empatía por el que

está sufriendo, y yo lo único que pido para ellos es fortaleza para enfrentar

ese momento difícil, lamentó.

Pero también hay momentos felices.

De regreso de los llamados, se comentan muchas cosas, hay risas, hay

observaciones respecto al trabajo, pero uno vuelve, sobre todo cuando logra

salvar a alguien, o cuando se logra controlar un incendio para que no se siga

propagando, con la satisfacción del deber cumplido, aunque muchas veces a uno

ni lo hayan mirado, concluyó.

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