Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

Diego y Alejandro Chaparro: Del área de la salud al emprendimiento familiar

por Sebastián Díaz

Hijo y padre, kinesiólogo y veterinario, hoy prácticamente dejan de lado sus áreas para formar un local con un toque distinto.

20-04-2018_19-46-341__10.1 /

Diego Chaparro es un joven de 26 años, kinesiólogo de profesión y actual administrador de Boabar, -ubicado camino al Natre kilómetro 1- cuenta que "estoy estudiando administración de empresas y ya voy en cuarto". 

Consultado acerca de cuándo hizo el cambio, relató que "la parte fea es cuando me di cuenta que en kinesiología como carrera, había muy poco campo laboral y estaba muy mal pagado; por otra parte, cuando empezamos el tema del negocio, en realidad nos empezamos a dar cuenta que sí podía dar frutos y obviamente necesitaba los conocimientos".

A ello, agregó que, "el campo laboral cuando yo empecé, era muy diferente a cuando terminé, yo empecé a estudiar el 2010 y cuando terminé el 2014, la carrera pasó de una empleabilidad de un 95% a un 70 que tiene actualmente".

Asimismo, afirmó que en parte su actual carrera la estudia precisamente por el local. "Me ha ayudado mucho en el tema administrativo, jurídico, laboral, el tema de los contratos que era un misterio; en realidad descubrí que me gustaba el área y me di cuenta que servía". 

Asimismo, sentenció que su carrera le ayudó mucho, "no sabía que las servilletas se acababan, con eso te lo digo todo", dijo entre risas. 

En ese sentido, explicó que necesitaba saber de negocios o ser de familia comerciante, algo muy lejos de su realidad, debido a que su padre es veterinario. 

"El tema de IVA, las facturas, las boletas, era un completo misterio para nosotros, así que como se dice por ahí, embarrándola se aprende. Nosotros cometimos muchos errores al principio, y si alguien necesita asesoría, háganlo, no es plata mal gastada, porque nosotros hicimos algunas cosas, las deshicimos y al final sale más caro".

Cuenta que todo comenzó "hace tres o cuatro años con la idea de hacer algo diferente acá en Los Ángeles, porque todos los locales venden comida, nosotros tratamos de fusionar lo que es la gastronomía con comida y arte".

Esto último, lo explicó debido a que el lugar está decorado con piezas de arte y un sinfín de artículos. 

"Nos preocupamos de la decoración, de que el espacio sea ameno, del volumen de la música, que sea un ambiente para conversar, que se dé para grupos o parejas". 

En cuanto al público objetivo, sostuvo que el grupo etario es entre 30 a 45 años, "mayor que eso, casi no salen y menor que eso no es para nosotros, porque si lo que quieren es bailar y todo eso, este no es el lugar".

Asimismo, sostuvo que "el principal problema de la gente adulta es que si querían salir, se encontraban con los amigos de su hijo, aunque si bien, son dos ambientes que pueden congeniar en comidas familiares, asados o restaurantes, cuando salen los adultos a tomarse un trago y quieren compartir con su pareja o amigos, no quieren encontrarse con los amigos de su hijo".

Respecto a lo que ofrecen, explicó que se enfocan mucho en la gastronomía, ofreciendo "tapas" que es pan amasado hecho ahí mismo, con diferentes ingredientes que pueden ser carne mechada, pasta de aceitunas, de pimiento, entre otros. 

Una de las cosas en las que pretenden diferenciarse del resto es básicamente, por la calidad del producto. "Nosotros no apuntamos a bajar precios, nuestro objetivo nunca ha sido ser más baratos que otros locales, aunque obviamente nuestros precios son competentes, aunque siempre llevando buena calidad", dijo.

Uno de los ejemplos anteriores, tiene relación con los bebestibles y es que en cuanto a las cervezas, donde trabajan con tres marcas potentes de Valdivia: Bundor, Cuello Negro y Selva Fría, a ellos se les suman líneas premium importadas de Bélgica. Actualmente cuenta con más de 20 variedades de cervezas no tradicionales. 

"Uno cuando sale a comer, no quiere comer lo mismo de la casa", explicó Chaparro. 

Pese a todo, dejó en claro que la idea de mostrar cosas distintas no es con el objetivo de ser elitista, sino que por mostrar algo diferente. 

Otra de las cosas que destacó es la gran cantidad de trabajo que conlleva hacer un local, "la mesa en la que estamos sentados ahora, significó estar molestando a un maestro 20 días y que después la mesa se rompió y estar con otro maestro y que la luz... todo cuesta en Chile".

Uno de los primeros inconvenientes por la inexperiencia, fue que "el primer día no sabíamos hacer boleta, no sabíamos ocupar la transbank y una garzona que tenía experiencia nos ayudó con eso". 

EL TRABAJO EN FAMILIA

Diego no trabaja solo y es que lo hace junto a su padre, Alejandro Chaparro Rosen. "Él me ayuda con la orientación del local y el tema artístico", dijo. 

En ese sentido, afirmó que "trabajar en familia, aparte de las complicaciones, que son muchas, porque no se puede tratar de la misma forma que con un socio, ha sido una bonita experiencia, hemos creado diferentes vínculos, hemos encontrado cosas que no sabíamos que teníamos en común".

A ello, agregó que gran parte del trabajo es bonito y entre risas destacó que "el tema de las discusiones no son tan bonitas, porque cuando se sale de vacaciones no se anda bien". 

Diego y Alejandro son nieto e hijo de Marcela Rosen, conocida por su gestión en el mundo cultural en Los Ángeles.

En ese sentido, Diego dijo que puede haber sido eso lo que gatilló el gusto de su padre por el tallado, aunque dejó en claro que "no sé en qué estaba pensando él cuando estaba haciendo las esculturas".

  

EL ARTE

Una de las cosas que llama la atención dentro del local tiene que ver con las esculturas que ahí se aprecian. En ese sentido, Diego explicó que "mi dulce padre, en su momento de locura descubrió su faceta artística, en la cual descubrió que le gustaba tallar en los tiempos de ocio, porque en adquirir los papeles para poder hacer funcionar el local nos demoramos más de dos años. El 2012 ya estaba todo listo, pero había que ver la certificación de la luz, del agua, el Servicio de Salud, entre otros... fueron dos años en los que estuvimos parados, mi padre descubrió que tenía madera, tenía tiempo y ocio, empezó a tallar y así surgió todo. Me atrevería a decir que en su totalidad está tallado por él".

Por lo mismo, afirmó que ha sido una empresa que se ha ido formando por ellos.

Uno de los inconvenientes que han tenido es que ya no les queda espacio para más esculturas. "Nos hemos visto con la frustración de que en varias partes no tenemos más lugar para seguir poniendo cosas, entonces hemos decorado según lo que se ha podido, a lo mejor podemos poner más cosas, pero a la gente le va a estorbar", sentenció.

En cuanto a la otra parte de la decoración, por ejemplo de las paredes, aclaró que son artículos reciclados y otros comprados en el persa Biobío en Santiago. 

LOCAL 

La casa la adquirió la familia hace 15 años, Diego cuenta que "esto era nuestra casa, de hecho la entrada es el living de la antigua casa.

Todo cambió para el terremoto del 2010, Chaparro sostuvo que "ahí se cayó gran parte de las paredes interiores, un baño se hizo pedazos, entonces ahí vimos las posibilidades, si arreglarla o hacer otra cosa. Entre todo, salió hacer un Hogar de Ancianos, después un restaurant y ahí se lanzaron con eso". Cuenta que la idea fue de su padre.

FAMILIA

Diego no es hijo único y es que creció junto a su hermana tres años mayor, profesora de inglés que actualmente trabaja en Nacimiento. "Ella está un poco desligada de esto, porque en el proceso en que nosotros estuvimos trabajando en el local, mi hermana estaba estudiando en Temuco, si bien, ayudó en un montón de cosas, no estuvo totalmente en el proceso", manifestó.

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto