Cómo disminuir el grado de infección de la influenza estacional

Como ya es costumbre, en esta temporada, miles de ciudadanos se comienzan a enfrentar a las bajas temperaturas y los resfríos simultáneos que traen consigo un importante número de contagios que afecta a personas de todas las edades, pero, sin duda, el rango etario más afectado son los niños y adultos mayores.

Todo esto lleva al registro de los primeros casos de influenza en Chile, y con ello comienza de la tradicional vacunación en la población de riesgo y, además, siempre es bueno mantener información sobre la enfermedad, ya que es la única manera de poner un atajo.

Cuando se trata de los menores, siempre es mejor prevenir que lamentar. Por ello, le entregamos una serie de datos a considerar sobre síntomas y cómo evitar el contagio, ya que como cada año son miles los niños que contraen la llamada influenza estacional.

Por esto, uno de los puntos principales es prevenir el contagio con la vacuna, que es de acceso gratuito para la población vulnerable, a este sector corresponden los menores en edad de riesgo (entre 6 meses y 6 años cumplidos) y pacientes con enfermedades crónicas respiratorias.

A esta dosis pueden acceder sin orden médica si se trata de la impartida por el Ministerio de Salud y es recomendable que los niños fuera del grupo de riesgo también puedan vacunarse cuando presenten una enfermedad de carácter crónico.

CÓMO PREVENIR EL CONTAGIO

Una de las normas básicas en el caso de los menores es mantenerlos siempre alejados de personas enfermas o con síntomas respiratorios, que generalmente pueden encontrarse en lugares concurridos como malls, supermercados, centros de salud y transporte público, entre otros. Además, siempre es positivo lavarse las manos después de asistir a esos lugares. Asimismo, es pertinente cubrirse la nariz y boca al estornudar o toser y un método es hacerlo tapándose con el brazo.

Es importante tener en cuenta que las personas se pueden contagiar de influenza incluso antes de saber que se está enfermo y dentro de los primeros 3 a 4 días de inicio de los síntomas.

SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD TIPO INFLUEZA (ETI)

Como primer paso para identificar si nuestro hijo padece influenza, debemos estar atentos al llamado Enfermedad Tipo Influenza (ETI) que es un cuadro que se presenta habitualmente con fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal y, comúnmente, molestias generales y dolores musculares, a veces con dolores de cabeza, calofríos, fatiga, vómitos y diarrea.

Si bien la mayoría de las personas con influenza se recuperan entre 4 días a menos de dos semanas, algunas pueden sufrir complicaciones, por lo que hay que estar atentos.

Por ello, lo primero que deben hacer las personas que identifiquen esta enfermedad es consultar a un profesional, para que éste indique las medidas generales y medicamentos necesarios para acortar el cuadro de esta enfermedad y suprimir las complicaciones.

Cabe señalar que los profesionales de la salud explican que la vacunación tiene un efecto llamado “reclutamiento”, lo que significa que al vacunarse un individuo genera una protección natural a su entorno. Por eso, la recomendación es que quienes convivan con menores de 6 meses que no pueden vacunarse, lo hagan, ya sean sus padres, hermanos, abuelos o cualquier  persona que tenga un rol de cuidado para el menor.

En caso de enfrentar este complicado cuadro de contagio, las recomendaciones para evitar la propagación dentro del hogar son las siguientes:

- Si se trata de menores de edad, siempre hay que mantener al menor dentro del hogar hasta 24 horas después que la fiebre pase, a excepción de tener que visitar al médico.

-Crear un hábito de taparse la boca al toser y la nariz al estornudar.

-Destinar una habitación solo para el pequeño enfermo o adultos y hacer que sólo una persona lo atienda, ya que esto evita el contagio en el resto de los integrantes de la familia.

-Siempre es bueno que el afectado beba mucho líquido y descanse.

-Tener especial cuidado con las mujeres embarazadas. Además de estar vacunadas, se recomienda que no cuiden a niños enfermos hasta que se recuperen.