Emprendedores pueden obtener microcréditos para financiar sus negocios

A veces se puede tener una idea de negocio y no el capital para iniciar, o necesitar sólo un pequeño empujón financiero para pasar al siguiente nivel de crecimiento, en un sistema financiero donde hay que hipotecar hasta los sueños para obtener esta ayuda, organizaciones como Fondo Esperanza viene a traer juntamente lo que su nombre lo dice: FE y esperanza.

Fondo Esperanza (FE) es una institución de desarrollo social que tiene como labor apoyar a emprendedores de sectores vulnerables, a través de la entrega de servicios microfinancieros, capacitación y redes de apoyo, con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida, las de sus familias y comunidades.

Con 15 años de trayectoria, Fondo Esperanza se autodenomina la comunidad de emprendimiento solidario más grande de Chile.

Cuenta con 54 oficinas que atienden a más de 110.000 emprendedores y tiene presencia en 248 comunas entre Arica y Chiloé.

Los profesionales de FE trabajan por entregar oportunidades a emprendedores que, en su mayoría, forman parte del 20% más vulnerable de la población chilena y que muchas veces están excluidos del sistema bancario formal, incluyendo a personas en situación de calle y privadas de libertad.

OFICINAS EN BIOBÍO Y MALLECO

En Los Ángeles, Fondo Esperanza está presente como oficina provincial desde hace 4 años, y a esta altura ya tienen 75 bancos comunales o agrupaciones de emprendedoras funcionando al 100% con diversos ciclos de microcréditos.

Así lo indica su carismática jefa de oficina, Mireya Villegas Araneda, de profesión trabajadora social, quien espera que la institución pueda difundirse mucho más, para alcanzar a todos los rincones de la provincia.

Mireya dirige la oficina de Los Ángeles y la oficina satelital de Malleco, que funciona en Angol.

“En Los Ángeles tienen 75 agrupaciones de beneficiarios de FE, en la que se suman Cabrero, Yumbel, Tucapel, Nacimiento, Mulchén, Laja, San Rosendo y Quilleco. En el caso de la oficina satélite de Malleco, ahí registramos 42 agrupaciones”, describe Villegas a la hora de contabilizar sus abonados.

El perfil de las personas que participan de Fondo Esperanza son en su mayoría mujeres jefas de hogar, igualmente otras situaciones: “Esta es una institución de desarrollo social que apoya el emprendimiento y a los trabajadores, por lo tanto, trabajamos con emprendimientos formales o informales desde la comercialización, y producción y venta, así como también los servicios”.

“Un 13% de los abonados se dedica al área de servicios y un 60% al comercio propiamente tal, para ser parte de este programa tienen que tener 6 meses se funcionamiento, como mínimo, principalmente para que conozca su rubro”.

QUE LES ENTREGA FONDO ESPERANZA

Según lo que explica la jefa de oficina, “Fondo Esperanza es una institución que entrega un servicio microfinanciero integral. H hoy tenemos una apuesta a través del microcrédito, los productos financieros, la capacitación y las redes de apoyo”.

La institución busca entregar capitales de dinero que les permitan inyectar a su negocio en las etapas que necesite o también ir facilitando el crecimiento en la medida que este se produzca en su negocio.

“Se pide antigüedad en sus negocios que les permita a los emprendedores asegurar el pago del financiamiento, que consiste en un pago semanal o cada 14 días”, explica.

Acerca de cómo se puede integrar a los llamados bancos comunales o agrupaciones de trabajo, la autoridad explica que “la forma de poder integrarse a algunos de los grupos de trabajo es que los mismos miembros de las agrupaciones los recomienden, ya que se trabaja en base a la confianza. Una vez que ingresen al grupo, se transforma inmediatamente en codeudor solidario, es decir, todos son responsables de la cuota de pago ante la entidad”.

El proceso se inicia cuando la asesora del grupo toma contacto con el futuro beneficiario una vez que el grupo aceptó su ingreso, luego de presentar un número muy básico de papeles y hacer presentación de su negocio comienza a participar en el proceso de recrédito.

Se firma un pagaré para comprometer el pago que detalla el monto de las cuotas ante la institución, una vez que todos los socios se co-avalan entre sí.

A partir de allí, todos son responsables de pagar su cuota y, además, de asegurar que todos vayan al día en los cumplimientos.

En el caso de no cumplir con el pago, existen cuotas de respaldo que luego pueden devolverse, pero, si no se cumple con todos los pagos, la persona queda automáticamente expulsada del banco comunal y su mal comportamiento de pago le vale la imposibilidad de participar otra vez en un proceso de Fondo Esperanza.

La cantidad de dinero en préstamos que una persona puede optar es llamada ‘ciclo’ y comienza desde 70 mil hasta el millón de pesos.

CASO EXITOSO

Natalia Tamayo (29) se ha dedicado desde hace 8 años a realizar artesanía en cuero. Este trabajo lo aprendió de su hermano, debido a que a los 19 años no sabía si estudiar o trabajar. Gracias a que él se dedicaba a este rubro.

Ella entendió que, si lo practicaba, podía resultarle fácil y una muy buena oportunidad para ganar dinero y poder avanzar en sus metas.

Con muchas ganas comenzó su camino, el que no siempre fue fácil, pero del que ha sabido salir airosa. “Vendo mis productos en un stand ubicado en el sector turístico de Saltos del Laja. Gracias  a Dios me va bien, aunque es un trabajo duro”, comenta.

Oriunda de Santiago, se trasladó a Cabrero, VIII Región, debido a que sus papás decidieron emigrar a esas tierras.

Desde que tuvo a su hija, que actualmente tiene 5 años, su vida se ha transformado, dándole otra inspiración. “Creo que he logrado establecerme y salir adelante porque he sido perseverante y nunca me he cansado, a pesar de haber tenido tropiezos.

Ella cree que cualquier mujer que se sienta con las ganas de realizar este tipo de artesanía puede, aunque en general le han dicho que es un ámbito vinculado a los hombres.

“Hago bolsos, carteras y billeteras. Es lo más complejo de realizar, debido a que hago todo a mano (coser y tinturar).  Para mí no es complicado porque me gusta lo que hago, aunque sea más sofisticado”, cuenta.

Artecuero, nombre con el que se puede encontrar el emprendimiento de Natalia Tamayo en Facebook, muestra su trabajo y creaciones, las que son de diseño original.

“Compro el cuero natural. Yo lo troquelo (hago el estampado), tiño, hago los diseños y les doy terminación a los detalles que hagan falta”, confiesa.

Natalia se emocionó cuando le comunicaron que fue seleccionada para asistir al “Bazar FE: Una Navidad hecha a mano”, feria que se realizó en la ciudad de Santiago.

Para esta emprendedora FE ha significado un impulso en su carrera del que se encuentra muy agradecida. “Fondo Esperanza me ha ayudado tanto, que en verdad no se imaginan lo que significa la institución para mí. Quedé muy endeudada al separarme de mi pareja, quien nos dejó solas con mi hija. Yo no tenía mucha opción de surgir y de salir del pozo en el que me encontraba.  Me dieron la posibilidad de volver a  armarme, de salir adelante, de tener acceso monetario para mi negocio”, concluye.