Jorge Guzmán: El que nace chicharra muere cantando

Jorge Iván Guzmán Acuña es un empresario lechero angelino de 58 años.

Nacido y criado en Los Ángeles, estudió en el Liceo Alemán del Verbo Divino en la capital de la provincia de Biobío.

De ello, cuenta que “tengo muy lindos recuerdos. Yo era un buen alumno, era de los que hoy en día se dicen los más ‘pernos’, tanto en el colegio, como en la universidad, aunque ahí ya era más desordenado”.

Tras salir del liceo, ingresó a estudiar -a los 16 años- ingeniería mecánica en la Universidad Técnica Federico Santa María en Valparaíso. “En ese tiempo la vida de los estudiantes era bastante distinta a la de ahora, especialmente en las comunicaciones. Yo me fui a Valparaíso y no volví hasta las vacaciones de invierno, la comunicación, cuando se necesitaba algo urgente, era vía telegrama, era otro el mundo y sentí el impacto de dejar la casa, lo pasé mal”.

Por lo mismo, a mitad de año viajó a Valdivia, ciudad donde su hermano mayor estudiaba medicina veterinaria. “Quería ver cuál era el mundo universitario en otro campus y me gustó, decidí cambiar radicalmente, di la prueba de aptitud académica, me fue bien y pude irme a estudiar medicina veterinaria a la Universidad Austral”, recordó.

Así, entró a estudiar, en la misma ciudad, universidad y carrera que su hermano y aunque vivían en pensiones distintas, Guzmán ya sentía los lazos familiares más cerca.

Asimismo, dijo que “después entró a estudiar una hermana ahí y todo eso hace cambiar el ambiente donde uno está, uno tiene a quien recurrir, con quien conversar o por cualquier problema poder enfrentarlo”.

SALE AL MUNDO LABORAL

Luego de titularse como médico veterinario, Jorge Guzmán vuelve a Los Ángeles a trabajar con su padre, algo que terminó tras un año y medio, debido a que recibió una buena propuesta laboral para trabajar en Loncoche.

“Ahí estuve dos años, administraba dos predios de producción de leche”, destacó.

Allí también ejercía su rol de veterinario, algo que también realizó en el campo con su padre y más tarde de forma independiente un par de años.

Asimismo, recordó que siempre estuvo ligado al mundo de la ganadería, en empresas de la zona, donde también se dedicó a la siembra de remolacha, lo que ha sido su principal rubro.

En ese sentido, manifestó que “el año 58’ mi papá abría la planta, pero en la época de la Unidad Popular se dejó de sembrar y volvimos a partir del año 82’ y ahí no hemos parado”.

SU ROL ACTIVO EN EL MUNDO GREMIAL

Con la remolacha, Jorge Guzmán comienza un rol importante como dirigente, presidiendo a los remolacheros de Biobío y más tarde como presidente nacional, algo que ostenta hasta el día de hoy.

“Con la parte gremial partí bastante joven, porque en esos años, a partir del año 90’, cuando teníamos problemas con la industria láctea, por las mismas situaciones que se repiten hoy en día, la fijación de precios es la posición dominante que tienen las industrias sobre los productores, entonces nosotros participábamos de un movimiento que fue realmente muy bueno para el país. Eso hizo que los agricultores se empezaran a unir y a partir de eso se generaron inquietudes gremiales por el abuso de algunas industrias o por necesidad de poder negociar las condiciones de lo que se siembra”, aseveró.

Han pasado 26 años desde los comienzos como dirigente y pese a ello, aún lo hace con gusto.

“Independiente de que esta actividad era porque uno trataba de defender los intereses propios, cuando no había estas asociaciones gremiales por rubro, no existía Fedeleche, Fedecarne y cuando se fueron creando era porque se querían defender sus propios intereses. Hoy en día no sólo se hace eso, sino que se defiende el de todos los asociados”.

Respecto a cambios que puedan haber bajo su mandato, destacó que “se ha ido formando una serie de instituciones que hoy en día tienen una valoración en la contraparte, que es el comprador, se ha ido ganando un respeto que han logrado, ya nadie hace lo que quiere, sin antes plantearlo a las dirigencias gremiales o saben que pueden tener reacciones si lo que hacen no está acorde con lo que está pasando en el mercado mundial”.

Pese a ello, dijo que la conducta, por ejemplo del sector lácteo no ha cambiado demasiado en los últimos 25 años, aunque destacó que si no se estuviese defendiendo dichos puntos, la situación sería aún peor.

“No tenemos cómo saber cuánto hemos mejorado, pero sí sabemos que si no existieran estos gremios, la situación sería bastante peor”, enfatizó Guzmán.

En cuanto a una fecha de tope para continuar al mando de los gremios, afirmó que “me hubiese gustado dejarlo antes, pero el que nace chicharra muere cantando, me gusta lo que hago, vibro con lo que hago, con alguna situación especial en la que tengamos logros”.

LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA

Jorge Guzmán es casado, hace ya 35 años y tiene tres hijos, dos mujeres y un hombre. “Tengo una señora que realmente ha sido un respaldo, me apoya en todas estas decisiones que he tomado, ella de hecho trabajó con nosotros en la actividad agrícola, con el tiempo lo dejó es médico veterinario. Nos conocimos en Valdivia, en la universidad, todavía trabaja en la profesión” manifestó.

A ello sumó algo importante y es que al mencionarlo, los ojos le brillaron, “tengo dos nietos, estoy ‘chocho’, hijos de Francisca -ex concejal de Los Ángeles-“.

En relación al significado de su familia, aseveró que “la familia es todo lo que uno tiene, es por lo que uno trabaja, por lo que lucha, es el alimento que tienes adelante para darte fuerzas en el diario quehacer y es, por otro lado el respaldo que te da la fuerza necesaria para que, cuando las cosas no salgan como uno esperaría que fueran, cuando hay algún traspié, la familia es el soporte que está ahí”.

En ese sentido, destacó que su familia es bastante grande, tiene seis hermanos y son muy unidos. “Somos muy aclanados, nos juntamos mucho, hacemos mucha actividad los fines de semana y eso se lo debo a mi padre, que falleció hace un par de meses”.

Por último, explicó que el objetivo de su padre, Bolívar Guzmán, era que su familia estuviera unida y eso lo logró.