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Ciudadano con historia: a los 95 años falleció José Guillermo Aravena Alarcón

por Valentina Balboa

Fue socio fundador del diario La Tribuna y voluntario honorario de la Segunda Compañía de Bomberos de Los Ángeles e insigne de Chile en la institución.

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Este martes 14 se dio a conocer el fallecimiento de José Guillermo Aravena Alarcón, un ciudadano destacado por su aporte a diversas instituciones, por su gran carisma y sus conocimientos históricos de la ciudad que lo vio crecer.

El 4 de marzo cumpliría 96 años, sin embargo, la vida lo preparó para partir antes, al igual que a su familia, quienes se dedicaron a disfrutar cada minuto junto a este gran personaje, quien convivía con un cáncer.

“Fue un padre magnífico y un abuelo casi mejor, muy cercano”, así lo define Sandra Aravena Rolack, hija de Guillermo y testigo de la historia que dejó su padre en la provincia de Biobío.

Con una larga lista de anécdotas, se puede rememorar que nació en el año 1921, y se dedicó a trabajar desde temprana edad, ya que a sus 15 años su padre falleció, por lo que él se ocupó de sacar adelante a sus seis hermanos y a su madre.

Participó a partir del año 1941 en Bomberos y fue en dicha institución donde, paso a paso, logró llegar a ser superintendente, además de haber sido catalogado como voluntario insigne de Chile y honorario de la Segunda Compañía de Bomberos. En 1956 logró obtener el título de contador en la Universidad de Chile.

También formó parte en la formación del Diario La Tribuna, ya que para el año 1958 se destacó por ser socio fundador.

Por su gran memoria y conocimientos de la historia de Los Ángeles, muchas veces se le presentó la idea de escribir un texto referente a esto, sin embargo, no concretó dicho plan.

Conocido por muchos, y querido por otros tantos, Guillermo Aravena dejó un legado en la ciudad de Los Ángeles, por lo que a sus 95 años, se despidió de sus conocidos con toda la historia que forjó en vida.

Alcanzó a cumplir 56 años de casado con Graciela Rolack. De esa vida de matrimonio, fueron seis los hijos, ocho los nietos y dos bisnietos. Una familia que se dedicó a llenarlo de afecto y disfrutar de su compañía.

Como un padre trabajador, incluso los días domingos y como un amante de la música clásica lo mencionó Sandra, quien agregó que “antes, en ese tiempo, nos compraba todas las óperas que salían en los vinilos”. Uno de sus mayores legados fueron sus frases, las que utilizaba día a día y que hoy por hoy, permanecen en sus generaciones.

“Un momento Elena que me estoy peinando” cuando alguien lo requería; “nunca tan bien como usted” cuando alguien le preguntaba cómo estaba o “afírmate Catalina que vamos a galopear” cuando iba a manejar, son algunas de las muchas frases que traspasó a sus nietos y bisnietos.

A finales de 2016 se le informó que tendría que convivir con un cáncer y en sus últimos días, disfrutó de la música de Violeta Parra y su tema “Gracias a la vida”, canción que lo identificaba por completo.

Al despedir a Guillermo, Sandra expresó que “él siempre estaba, siempre estuvo para todo, para lo bueno, para lo malo. Es todo muy difícil ahora, porque creímos que era eterno”.

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