Los primos nuevos

La construcción del árbol genealógico es un ejercicio precioso para hacer con nuestros hijos o nietos, que nos permitirá descubrir e imaginar la cantidad infinita de historias relacionadas al hecho de que hoy podamos estar vivos.

Hace unos 10 años despegué en avioneta desde el Fundo Casas Viejas de Catapilco rumbo al Aeródromo de Tobalaba. De pronto, una espesa niebla comenzó a levantarse y sin darme cuenta comencé a volar sin referencias visuales. Cuando me encontraba a medio camino, según mis cálculos, llamé a la torre de control para pedir posición a través del radar. Me informaron que me encontraba próximo a Cristo Redentor y de seguir mi rumbo, estaría en algunos minutos a la altura de Mendoza, en Argentina. Los fuertes vientos de altura fueron desviando mi curso y la aparición de cabezas de montañas y cordones de cerros crearon en mí una confusión que me llevó a perder la claridad. En nuestra vida nos pasa lo mismo, muchas veces olvidamos de dónde venimos y para dónde vamos. Esta máxima de la navegación debemos tenerla fina en nuestro día a día. Debemos saber, incluso físicamente de qué lugar del planeta venimos. La construcción del árbol genealógico es un ejercicio precioso para hacer con nuestros hijos o nietos que nos permitirá descubrir e imaginar la cantidad infinita de historias relacionadas al hecho de que hoy podamos estar vivos. Estamos vivos gracias a alguien (nuestros padres) y ellos lo fueron gracias a los suyos. ¿Quiénes son? ¿Quiénes fueron? ¿Cómo llegaron? ¿Dé dónde llegaron? Nos llevaremos muchas sorpresas, aprenderemos historia, llamaremos por teléfono a parientes que hace años no vemos para averiguar datos y saldrá sin dudas, más que un encuentro familiar. Y saldrán también sin dudas, nuevos parientes, nuevos primos lejanos pero con la misma sangre. Hoy, gracias a la tecnología y las redespodemos avanzar mucho más rápido en la búsqueda de parientes y su origen geopolítico. Los sitios web Genealogiachilenaenred.cl Geni, Discoverancestry, Myheritage, Genoom, Geneanet, Genealog, por nombrar sólo algunos, nos llevarán directo a conocer incluso en el nombre del barco en que llegaron nuestros antepasados y si fueron nativos de América, de qué zona y con qué fuerza combatieron. En qué año y dónde empezaron a mezclarse. Al iniciar nuestro trabajo de confeccionar este árbol debemos estar preparados porque nos encontraremos con sorpresas: buenas y malas. Nos encontraremos con primos que nunca imaginaríamos que lo fueran. Nos encontraremos con apellidos lindos y feos. Nos encontraremos con fortuna y bancarrota, con esfuerzo y crímenes, con arte y genialidad, con política y esclavitud. Nos encontraremos con fotografías y documentos, con títulos de dominio y de realeza. Con condenas y podremos poner en valor cualquiera de nuestros viajes fuera y dentro de Chile, al saber exactamente de qué valle o caserío del norte de España, Alemania o Chile provienen nuestros antepasados.

Lo importante es partir, sólo se requiere de una cartulina, lápiz, internet y un teléfono. Siéntese con su hijo mayor en una mesa grande y si tiene un mapamundi mucho mejor. No sólo conocerán de donde vienen, sino que su hijo mejorará los resultados en Historia ya que aprenderá de Diaguitas, Atacameños, españoles e inmigrantes, conocerá a sus primos y tatarabuelos y sabrá que Chile era el destino menos cotizado. México y Perú tenían oro y los que llegaron acá lo hicieron en su mayoría con un mano por delante y otra por detrás. Le dará la importancia a los puertos de Coquimbo y Talcahuano, por donde seguramente entraron sus familias o parte de ellas.

Ese día que me perdí en avioneta, no sabía de donde venía ni menos para donde iba. Aproveche que están en esa mesa grande con su hijo viendo el pasado, para decirle que el desafío ahora es ver para donde vamos. Y pregúntele cual pariente le gustaría ser.

Juan Secano Rere

Gaucho de la Patagonia

radicado en Los Angeles

Twitter: @SecanoJuan

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