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La Tribuna

A elevar volantín: Aquí te dejamos datos históricos e ideas para jugar

por Nicolas Irribarra Irribarra

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El volantín es el nombre que reciben en Chile las cometas. En este país encumbrarlos es considerado un juego tradicional, llamado volantinismo, aunque sus orígenes se remontan al siglo XVI A. C., en Indonesia.

Tradicionalmente los volantines chilenos tienen estructura cuadrada y son hechos de un delgado papel de colores. Sólo usa un hilo que se une a otros tres que se atan a los palillos en forma de trípode invertido. Puede tener cola para hacerlo más estable, sin embargo en las versiones más grandes (pavos) no se le agrega. También puede tener flecos en los costados y aretes (colas más pequeñas) en cada lado, las que pueden ser útiles cuando está descompensado.

Los volantines se elevan, principalmente, durante el mes de septiembre, donde confluyen las condiciones climáticas de la primavera con la celebración de las Fiestas Patrias. De allí que uno de los diseños más habituales son aquellos que poseen la figura de la bandera chilena.

Dentro de los juegos tradicionales con volantines está echar comisiones, que son batallas aéreas entre volantines, usualmente premunidos de hilo curado. Debido a los accidentes provocados con este tipo de hilo con abrasivos, su uso está prohibido en Chile.

Los primeros volantines llegaron a Chile durante el período colonial de la mano de misioneros católicos, en particular de la Orden Benedictina. Se dice que personajes clásicos del período, como el gobernador Ambrosio O'Higgins, eran entusiastas participantes de las competencias de volantines. El deporte era tan popular que en 1795, incluso, se dictó una orden que condenaba a seis días de prisión a aquellos que provocaran daños por encumbrar volantines, luego de que muchos peatones sufrieran el golpe de una teja por culpa de las piruetas de un volantín. En el siglo XX, Guillermo Prado Catalán, inventó el carrete para manejar el hilo, en el taller de su casa en la comuna de Quinta Normal, en la ciudad de Santiago, quien es el más destacado volantinero en la historia del país. Luego fue repartido internacionalmente.

Para muchos, el mayor placer es simplemente elevarlos con hilo "sano" (sin vidrio) y disfrutar su visión en el cielo. A veces se pone un pedazo de papel (llamado carta) rodeando el hilo, que con cada tirada asciende lentamente. Un juego adicional es lograr evadir el acoso de otros volantines.

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