Fue víctima de la poliomielitis, pero su espíritu nunca se dejó vencer ante la discapacidad

La polio llegó a su vida a sus seis meses, el virus se adentró en su médula espinal y le paralizó de por vida su pierna derecha, momento en el que Patricia Zúñiga se volvió más fuerte y lista para vencer los retos que la vida le tenía preparados.

Pese a su discapacidad, la que la dejaría sin caminar de por vida, sin embargo Patricia encontró un gran apoyo, quien con el tiempo se convirtió en su compañero de vida, y su lucha día a día por ponerse de pie, hicieron que a sus 12 años diera sus primeros pasos. “Yo vine a caminar ya más grande, gracias al apoyo de alguien que conocí, el que ahora es mi esposo, Luis Parra, me llevo a la Teletón, mis primeros pasos los di casi a los 13 años cuando me pusieron mi Órtesis, (Se diferencian de las prótesis al no sustituir, parcial o totalmente, un órgano o miembro con incapacidad física, invalidez o dismetría, sino reemplazar o reforzar sus funciones)”.

“Perdí la fuerza de mi rodilla, no puedo caminar. La doctora me dijo que tengo que aprovechar porque ya a estas alturas no debería estar ni caminando, pero como Dios es grande y tengo tanta fe, y las ganas de camina que estoy de pie todavía”.

Su Vida y Trabajo

Patricia Zúñiga Calabrano, es angelina, casada con Luis Parra, con el que tuvo tres hijos. Hace 10 años se dedica al comercio ambulante vendiendo confites y chocolates, los que ella misma elabora, trabajo que la ha ayudado a subir su ánimo y a ser más llevadera su discapacidad, además de poder   sacar adelante a su familia.

“Llevo 10 años trabajando de ambulante, vendiendo confites,

Mis cositas las hago yo, chocolates, trufas, alfajores, cuchiflis, y llevo dos años acá en el edificio, llegue un día de lluvia, y ahí me encontró la señorita de impuestos internos, gracias a Dios me dieron este lugarcito aquí para trabajar”.

Para ella su trabajo es parte fundamental de su vida, el que la ayuda a superar y olvidarse de lo malo. “Este trabajo para mí es como una terapia, también me olvido que soy discapacitada, me entretengo, conozco y me relaciono con harta gente, hay muchas personas que me quiere acá, me dan mucho afecto y siempre están preocupadas por mí”.

El costoso tratamiento

Para poder caminar, Patricia utiliza una Órtesis, la que debe cambiarse cada tres años, y cuesta más de un millón de pesos, suma que para ella es muy difícil de costear. Si bien postula a fondos de ayuda, estos se demoran y ella debe costearse sola el cambio de la herramienta que necesita para poder caminar.

“La Órtesis me cuesta más de un millón de pesos, y para yo poder caminar, tengo que tener eso y renovarla cada tres años, como los medios no nos dan, yo postulo a Fonadis de discapacidad, y ahí recibo ayuda,  la doctora me postula por el hospital, igual se demoran y eso yo de repente tengo que comprármela por mis medios, porque esperar una postulación no puedo”.

Por tal motivo, la señora Patricia como sea se esfuerza para juntar la plata que necesita y comprarse su órtesis, “yo hago muchas cosas para poder sacar mi plata, y tengo gente también que me quiere harto, y cuando es para eso me ayudad, tengo un Club Deportivo que me ayuda, mis amigas sacan de sus bolsillos y me dan para comprarla. Ahora estoy tomando medicamentos, porque me está afectando mi enfermedad, tomando remedio para tiroides”, enfatizó la afectada.

La aparición de un nuevo reto

Cuando ya iniciaba una vida en la que ya había vencido su inseguridad por la discapacidad que tenía, la vida le tenía preparado otro fuerte reto: La aparición de una bacteria extraña y desconocida.

Al tener que usar por siempre esta herramienta para poder caminar, producto de ella le salió una bacteria en su pierna derecha, lo que actualmente la tiene bien complicada de salud.

Hace como un mes que le apareció esta extraña bacteria, la que, según cuenta Patricia, puede haberla contraído por un rasguño, o por su órtesis anterior, la que estaba muy desgastada y en muy malas condiciones, y al no tener para cambiarla seguía usando.

Hasta ahora, los médicos no han podido determinar el tipo de bacteria que la afecta, ya que el tratamiento que se le ha aplicado no da efecto.

Con esto, Patricia Zúñiga ha pasado un mes terrible, con fuertes dolores, los que le imposibilitan poder caminar y trabajar, “Ha sido un mes terrible, no me deja trabajar, para trasladarme de mi casa al trabajo, tengo que caminar aunque no pueda, en silla de ruedas no puedo llegar, porque es muy complicado andar con ella, los colectiveros no la llevan a una”.

A todo esto, sumándole que tiene una pre diabetes, por lo que se torna más complicado, con lo que podría llegar a sufrir la amputación de su pierna derecha.

Sus anhelos

Lo que motiva a Patricia a vencer retos, trazar nuevos, luchar, seguir de frente sin detenerse, es pensar siempre positivamente, con mucha fe y confianza en Dios.

“Con esto estoy mal, pero igual tiro para arriba, me considero una guerrera y espero que se salga o muera la bacteria, por ultimo aguantar el dolor que me aprieta esto, antes de que me amputen mi pierna”.

La mujer anhela con poder tener un carrito donde trabajar y vender sus productos, además de una silla eléctrica para poder desplazarse, “Lo que me gustaría que alguien me ayudara a conseguir un carro para yo trabajarlo con mis productos, vender café, esas cosas, eso quiero, y una silla eléctrica, eso me ayudaría mucho. Mis metas son trabajar harto para conseguir eso” puntualizó.

Patricia, una mujer luchadora que a pesar de sus afecciones, sigue con la frente en alto y guerreando para conseguir sus metas.