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La Tribuna

El lado B del negocio forestal en Antuco

por Pia Salcedo

VECINOS RECLAMAN CONTRA LAS EMPRESAS

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Gracias a la Ley de Fomento Forestal desde 1974, generada  bajo el gobierno militar, el Estado chileno subsidió las plantaciones forestales que se focalizan principalmente en el sector sur de país. Según cifras del Instituto Forestal de Chile, en los 38 años de vigencia de la ley se entregaron US$838 millones en bonos a las empresas que participan de este mercado. Cabe señalar con fecha 31 de diciembre de 2012 expiró la vigencia del sistema de incentivos, “razón por la cual las forestaciones y otras actividades bonificables que se realicen a partir del 1° de enero de 2013 no serán susceptibles de bonificarse, de acuerdo a la normativa actualmente vigente” (según información la Conaf disponible en su web).

DUOPOLIO

Es de conocimiento público que el sector se concentra en dos grandes empresas: Arauco, perteneciente a la familia Angelini, y CMPC de la familia Matte, quienes controlan desde las plantaciones de pino y eucalipto hasta los puertos de embarque, pasando por el transporte e industria de transformación de la madera.

En cifras del Instituto Forestal, se indica que exportan en total el 79% de la producción nacional, lo que implica control sobre los pequeños y medianos empresarios, a través de la fijación de precios, la absorción de sus industrias y el acaparamiento de las tierras y los mercados para la exportación.

En la provincia de Bío Bío conciben un sistema de subcontrataciones que funciona con permanentes quejas de los trabajadores forestales.

Mientras, el rubro genera exportaciones por más de 5 mil millones de dólares anuales, actividad que deja a su paso -en voz de dirigentes sociales de la comuna de Antuco- un rastro de problemas sociales, como la emigración rural, conflictos por tierras y aguas, nula o baja oferta de empleo o, en su eventualidad, ocupaciones de mala calidad. En el ámbito ambiental, a la erosión de suelos, contaminación y agotamiento de aguas se suma la pérdida de biodiversidad y deterioro del paisaje, entre otros.

Isidora Puente, presidenta de la Junta de Vecinos de Coihueco Alto, que reúne a 23 familias de la comuna de Antuco, informó que el daño generado por las forestales locales ha mermado irremediablemente el crecimiento del sector. “No vemos un crecimiento a la par con ellos. No brindan trabajo a nuestros hijos. Es más, siempre traen su personal de afuera de la zona y tengo entendido que ni siquiera les pagan bien a los que hacen la pega más pesada. Por otro lado, estamos rodeados de plantaciones, sencillamente estamos encerrados por las forestales”, señaló.

De igual forma, evidenció que antes de la llegada de las forestales los vecinos tenían variadas vertientes que abastecían a las viviendas. “Ahora las plantaciones de pino y eucaliptos nos tienen totalmente dañados, no tenemos vertientes y tengo entendido que al no rotarse los cultivos, por siempre plantar pino y eucalipto, el suelo se va empobreciendo. Entonces, las mismas plantas consumen siempre los mismos nutrientes hasta agotarlos”, agregó.

La dirigente añadió, además, que les han informado que estas especies son exóticas, “por lo que no sirven para las especies nativas. Y, para rematar, el eucaliptus tiene un alto consumo de agua al igual que el pino, lo que ha logrado secar vertientes y napas subterráneas de la zona. Este tema en el verano se acrecienta, debemos esperar toda la noche a que se llene el estanque porque casi no llega agua”, informó.

SE SUMAN MÁS PROBLEMAS

La Tribuna visitó la comuna de Antuco para constatar en terreno la versión de la comunidad. En el lugar se evidenció que la suspensión del polvo que afecta a las viviendas contiguas a los caminos es otro de los malestares que aqueja a los vecinos. “Dejan un tierral grande, la ropa queda muy cochina. Hemos hecho reclamos, consulté la posibilidad de que ellos tiraran agua en el camino, ya que hace unos días pasaron con una máquina que levantó mucho polvo y me dijeron que ellos no estaban para eso, que la máquina no la ocupaban nunca. Entonces, no se sienten responsables”, denunció Isidora Puente.

En tanto, Francisco Rivera, presidente de la Junta de Vecinos Alto Antuco, expresó que el daño generado por las forestales se centra principalmente en un déficit hídrico. “Las vertientes están todas secas, los bosques forestales consumen mucha agua, el panorama es desolador. Ahora tenemos problemas con el agua de consumo humano, ya que del lugar que la sacamos ahora quieren hacer una plantación y eso nos va a dejar sin agua para las familias. Tenemos entendido que quieren plantar eucaliptos, pero no pueden priorizar un tema económico antes que un consumo vital para el ser humano como lo es el agua”.

Agregó que “estamos muy preocupados por esta situación, sentimos que es pelear contra Goliat. Ellos no saben ser buenos vecinos”.

PRINCIPALES DAÑOS

Claudio Donoso, miembro de la Agrupación Agua Que has de Beber-ONG por el bosque Nativo, afirmó que las plantaciones exóticas afectan el ecosistema. “Aproximadamente el 70 por ciento de la madera que sale de una cosecha de pino y eucaliptus se va a procesos industriales forestales que también devuelven el carbono a la atmósfera”.

A esto hay que sumar los daños que generan a los pequeños productores afirmó Donoso. “Esta gran industria, estos grandes poderes de compra, limitan el abastecimiento que pudieran tener ellos como pequeñas industrias de madera y así permanecer en el negocio, o sea, adicionalmente le hacen la vida muy difícil a la pequeña industria procesadora de madera”, agregó.

ARGUMENTA QUE REALIZAN CONSULTAS CIUDADANAS

Arauco se defiende de las acusaciones de Santa Bárbara

***La Tribuna intentó contactar a las dos grandes empresas forestales de la zona que han sido denunciadas por la comunidad en las últimas semanas para consultar sus prácticas de acercamiento a la comunidad.

Por diversos canales se intentó contactar a Forestal Mininco sin éxito, mientras que Forestal Arauco envió una clara respuesta de sus diversas actividades en la zona.

La empresa informó que tiene implementada la participación comunitaria como una condición necesaria en sus procesos de planificación y gestión de operaciones. “Esto significa que todas las operaciones forestales relevantes cuentan con un proceso de participación y consulta a nivel comunal y local, previo a su puesta en marcha. En estas reuniones con la comunidad se establecen acuerdos y compromisos, y se detectan oportunidades de colaboración”, señala la información.

De igual forma, aclararon que en los mencionados encuentros, “se establecen acuerdos concretos, que son registrados y cuyo cumplimiento por parte de Forestal Arauco es monitoreado y evaluado en conjunto con la comunidad”.

Para respaldar la idea, informaron que durante 2014, en Forestal Arauco Zona Norte se desarrollaron 153 consultas con un total de 1.361 personas involucradas de las comunidades, donde se diseñaron compromisos y acciones concretas.

En cuanto a actividades de apoyo a comunidades locales, en la provincia de Bío Bío la empresa enumeró las diversas actividades. “Destaca el convenio con el Grupo de Recolectores de Millantú, comuna de Nacimiento, y compromisos comunitarios con la agrupación pehuenche Los Michales, dentro de los cuales está la compra de toda la producción de miel que ellos producen, la cual se distribuye como regalo corporativo. Además, se han generado empleos locales en los sectores de El Manzano, Mañil y sectores aledaños a dicha comunidad, emplazada en la comuna de San Bárbara”, informó la empresa.

NUEVA LEY DE FOMENTO FORESTAL

La Conaf informa que “con el envío a Congreso del Proyecto de Ley que amplía y modifica los incentivos al establecimiento de bosques, nuestro país consolida la relevancia de los bosques, trayendo claros beneficios, tales como:

El país continúa con la exitosa política de crear un recurso natural renovable de relevancia ambiental y económica.

Mientras el mundo entero muestra cifras alarmantes de deforestación, Chile ha logrado incrementar la superficie de bosques, tanto nativos como los plantados.

Uno de los mayores impulsos al crecimiento de los bosques en el país, además del cuidado y conservación del Bosque Nativo, fue la bonificación forestal, a través del Decreto Ley 701, que ha permitido que en la actualidad Chile cuente con 2.620.486 hectáreas de bosques plantados.

Este proyecto de ley modifica y amplía los beneficios de este cuerpo legal, ahora con una mirada que equilibra mejor lo ambiental con lo productivo.

En Chile aún quedan 2,3 millones de hectáreas de suelos descubiertos de vegetación que están en un continuo proceso de erosión, incrementando la pobreza y el deterioro ambiental. Por ello, es indispensable forestar estos suelos, única herramienta para detener estos nocivos procesos, que es el objetivo central de este Proyecto de Ley.

El proyecto de ley está orientado a apoyar a pequeños y medianos propietarios de tierras forestales descubiertas, mediante el pago de una bonificación para establecer las plantaciones, las cuales pueden ser con fines tanto productivas como netamente ambientales.

Para lograr el objetivo de establecer plantaciones forestales ambientales, el proyecto incentiva la forestación en terrenos degradados y en sitios marginales, comúnmente asociados a la pobreza rural.

Por primera vez el Estado de Chile reconocerá con un incentivo monetario los servicios ambientales que proporcionan los bosques, ya que se pagará anualmente un monto, por 20 años, a pequeños y medianos propietarios que establezcan y mantengan una cubierta arbórea o arbustiva, equivalente al uso alternativo de suelos degradados, que usualmente corresponde a una ganadería de subsistencia.

No obstante todo lo anterior, es necesario informar a nuestros usuarios que se están realizando todos los esfuerzos para lograr la mayor rapidez en la tramitación de la ley que nos permita continuar con el pago de los incentivos a la forestación”, es decir, volver a subsidiar las plantaciones forestales.

PLANTAR POBREZA: EL NEGOCIO FORESTAL EN CHILE

Felipe Valenzuela es parte del colectivo radicado en Concepción llamado Resumen, quien produjo el documental “Plantar pobreza: el negocio forestal en Chile”, publicado a finales de 2014.

Valenzuela explicó los motivos del documental, así como los propósitos y efectos tras la pieza audiovisual.

¿De qué se trata el documental?

“Plantar Pobreza trata de explicar el origen y las consecuencias de la expansión de la industria forestal en la zona centro-sur del país, particularmente en nuestra región. En el registro se abordan los diferentes mecanismos implementados por el Estado para apoyar estratégicamente a esta industria, funcionando (como en muchos otros rubros del extractivismo y el saqueo) como una caja pagadora de bonificaciones a la plantación de monocultivos, a la construcción de carreteras, además de la elaboración de políticas que amparan y legalizan el inmenso desastre ambiental, económico y social devenido del negocio forestal”.

Los argumentos desde los organismos estatales son los beneficios de la inversión privada, ¿qué opinan ustedes?

“En ese sentido, nos interesa desmentir las diversas falacias propagandizadas por el Estado, tales como que “una plantación forestal es un bosque” o el falso dilema de que “si no hay forestales, habrá desempleo y pobreza”. Primero, una plantación forestal no es bosque. Los bosques se caracterizan por constituir ecosistemas donde habitan múltiples especies y que proporcionan importantes servicios ambientales y reservas de biodiversidad a la gente, como el almacenamiento y provisión de agua de calidad, regulación del clima en las zonas adyacentes, dotación de alimentos mediante la recolección de frutos o la caza de animales que ahí viven. Además, al proveer de agua constantemente se posibilita la agricultura. Pero, si te das cuenta, nuestras comunidades han perdido o están perdiendo estos servicios porque en una plantación forestal crece un promedio de 1600 árboles por hectárea, todos al mismo tiempo, consumiendo grandes cantidades de agua. Por otra parte, se pierde suelo después de las talas rasas, pues, al dejarlo descubierto, las capas de humus son arrastradas hasta los cursos de agua en las cuencas por la lluvia o el viento. Además, las corporaciones forestales interpretan a la vegetación nativa que crece en medio de las plantaciones como una competencia para el desarrollo de los ejemplares de su interés, y simplemente la mata con agrotóxicos, dilapidando una serie de procesos tendientes a conservar el equilibrio de esos ambientes. Estas y otras razones develan la mentira de identificar una plantación forestal con un bosque”.

Más información del documental en http://resumen.cl/

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