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El fenómeno de La Niña, en tanto, proyecta un verano con cifras térmicas que podrían alcanzar los 40°C en días de viento menor, según advirtió la Dirección Meteorológica de Chile (DMC).
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) confirmó que los termómetros superarán los 30°C en la zona central al menos hasta el sábado 3 de enero, de acuerdo con los últimos informes.
La situación ha encendido las alarmas en la Corporación Chilena de la Madera (Corma), entidad gremial que reúne a más de 160 actores del sector forestal, la industria basada en recursos renovables más importante del país.
Según sus estimaciones, las regiones del Biobío y La Araucanía registran un alza cercana al 20% en la ocurrencia de siniestros y hasta un 250% más de superficie quemada en comparación con el año anterior, situación que se agrava por la mayor biomasa disponible tras las lluvias, los fuertes vientos y las altas temperaturas.
Lo más preocupante para el gremio es el alto nivel de intencionalidad, que en algunas zonas supera el 50% y coincide geográficamente con sectores que durante el año han registrado hechos de violencia y atentados.
El presidente de Corma, Rodrigo O'Ryan, considera necesario que en Chile se fortalezca la legislación en materia de incendios y se obtengan resultados positivos como los alcanzados con la ley que sanciona el robo de madera. Hasta la fecha, aseguró, existe una reducción de un 90% en esta clase de delitos.
"Hoy (la ley) resulta insuficiente, ya que no aborda de manera integral la prevención, el combate, la persecución penal y la recuperación post-incendios, especialmente para pequeños y medianos propietarios", enfatizó.
Por ello, la entidad prepara propuestas en materia de seguridad y prevención, que serán presentadas a las nuevas autoridades.
El llamado del gremio es a extremar las medidas de prevención, denunciar oportunamente y entender que enfrentar los siniestros forestales es una tarea de todos: del Estado, del sector privado, de los medios de comunicación y de la ciudadanía.
Desde la Subsecretaría de Agricultura, a través de la Sección de Emergencias y Gestión de Riesgos Agrícolas (Segra), se entregaron recomendaciones para evitar complicaciones no solo a los cultivos mediante el riego, sino también a los animales en etapa de crianza.
Entre ellas está revisar y ajustar la frecuencia de los riegos según requerimientos de los cultivos, considerando que la demanda hídrica se incrementa a causa de las altas temperaturas.
En ese sentido, aconsejaron regar en la mañana o después del atardecer, especialmente si se utiliza un sistema tradicional o por aspersión. Además, se recomienda realizar trasplantes y cosechas en este mismo periodo, para evitar las horas de mayor exposición a temperaturas elevadas.
De acuerdo con el Segra, es necesario, además, ajustar las labores o manejos si se detecta anticipación en estados de desarrollo de cultivos, especialmente en la maduración, el crecimiento de almácigos y en plantaciones sensibles a la falta de agua.
La institución entregó además recomendaciones para verduras y flores cosechadas, dado que resulta imprescindible protegerlas durante su traslado, especialmente en horas de la mañana. Para ello, son útiles las cubiertas o transportes techados, para evitar su deshidratación o deterioro.
Para prevenir el daño de productos almacenados es recomendable controlar las condiciones de temperatura y humedad al interior de las bodegas. También, se aconseja ventilar los invernaderos durante las mañanas o en las tardes.
Según el Ministerio de Agricultura, en caso de contar con cubiertas o mallas en huertos, es preferible desplegarlas para evitar los golpes de sol y controlar, en parte, la evapotranspiración.
Algo fundamental para las autoridades es mantener las instalaciones de almacenamiento de cosecha o bodegas libres de malezas o de vegetación seca, ya que se incrementa el riesgo de incendios, especialmente cuando hay viento y temperaturas elevadas.
Del mismo modo, el Segra manifestó que es crucial proveer a los animales de suficiente agua en sus bebederos y trasladarlos a lugares protegidos o bajo sombra en momentos de altas temperaturas. Con ello, se evita su deshidratación y el deterioro de la condición corporal.
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