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El devastador impacto de los incendios en Biobío: más de 200 mil hectáreas arrasadas en una década

por Claudia Robles Maragaño

El análisis de diez temporadas muestra un impacto sin precedentes en 2022-2023, cuando los incendios arrasaron 140.851,08 hectáreas, la cifra más alta registrada en la provincia.

Incendios forestales / Diario La Tribuna

En la última década, la provincia de Biobío ha vivido un escenario marcado por la irregularidad de los incendios forestales, que dejaron un saldo de 200.865,19, siendo consumidas en un total de 6.144 siniestros entre la temporada 2015-2016 y 2024-2025.

El análisis histórico evidencia que la mayor destrucción se concentró en la temporada 2022-2023, con 140.851,08 hectáreas afectadas, cifra que contrasta con 2016-2017, cuando se registraron 17.070,32 hectáreas.

Las estadísticas proporcionadas a Diario La Tribuna por parte de Conaf Regional muestran también que un alto número de incendios no siempre equivale a mayor superficie quemada: la temporada con más siniestros fue 2021-2022, con 743 incendios, mientras que la menor superficie afectada del decenio correspondió a 2020-2021, con 2.177,89 hectáreas.

A ello se suma el impacto directo sobre el bosque nativo, uno de los componentes más sensibles del ecosistema provincial. Según los datos aportados por Conaf, entre las temporadas 2015-2016 y 2025-2026 se registraron 31.297,41 hectáreas de bosque nativo consumidas solo en la provincia de Biobío, con una marcada variabilidad entre años. El daño más severo se produjo en la temporada 2022-2023, cuando el fuego arrasó 22.697,57 hectáreas, afectando principalmente a especies como robles y araucarias milenarias, cuya lenta regeneración vuelve más crítico el escenario.

En tanto, el período de menor afectación fue 2017-2018, con 113,57 hectáreas, lo que evidencia el carácter irregular del comportamiento del fuego en la zona. Estas cifras reflejan no solo la magnitud de la pérdida ambiental, sino también la fragilidad de los ecosistemas altoandinos y de la Cordillera de Nahuelbuta, donde se concentra gran parte de la vegetación nativa de alto valor ecológico en la provincia de Biobío.

Cabe mencionar que los datos por temporada abarcan entre los meses de julio de cada año, siendo considerada la temporada alta desde diciembre a marzo, aunque cada vez estos periodos se extienden más.

Datos última década  / Diario La Tribuna
Datos última década Diario La Tribuna

"El bosque nativo ha sufrido un alarmante deterioro": director regional de Conaf 

Robles y araucarias milenarias figuran entre las especies más afectadas por la destrucción provocada por los incendios en la provincia de Biobío. En este contexto, y con todas las coordinaciones realizadas con el sector privado para responder de manera oportuna ante la contingencia y evitar que las secuelas sean aún mayores, el director regional de Conaf, Esteban Krause, entregó su visión sobre la afectación al bosque nativo en la provincia de Biobío.

Respecto de esta situación, advirtió en entrevista con Diario La Tribuna: "En la provincia de Biobío, el bosque nativo ha sufrido un alarmante deterioro durante las últimas temporadas, según datos específicos de la zona que hemos recopilado entre 2015 y 2026. Las hectáreas afectadas varían cada año, alcanzando cifras preocupantes que ponen en riesgo la biodiversidad".

Esteban Krause, director regional de Conaf Biobío

Krause explicó que la pérdida de este tipo de cobertura vegetal tiene consecuencias directas en el ecosistema y la vida de las personas: "La pérdida del bosque nativo implica la reducción del hábitat de numerosas especies animales y vegetales, poniendo en peligro la biodiversidad única de la región. Además, afecta la calidad de vida de las personas, ya que la pérdida de cobertura vegetal contribuye a la desertificación y reduce los servicios ecosistémicos que los bosques proporcionan, como la regulación del clima y la conservación del suelo".

El director regional destacó además la importancia de la prevención y la colaboración de la comunidad: "Por ello, la prevención de incendios forestales es fundamental. Cada fuego que se evita protege hectáreas de bosque nativo, salvaguarda especies y mantiene los ecosistemas que nos dan agua, aire limpio y seguridad alimentaria. La colaboración de la comunidad en reportar riesgos, respetar las normas de uso del fuego y participar en acciones preventivas es clave para conservar nuestro patrimonio natural y asegurar un futuro sostenible para la provincia y las nuevas generaciones".

"La flora, sobre todo la de las cuencas, es la más afectada", DR. Raúl Briones

Respecto de los efectos de los incendios forestales en el medio ambiente, el DR. Raúl Briones, especialista en biodiversidad de Bioforest, advirtió sobre las consecuencias directas en la flora y fauna de la provincia de Biobío: "Las especies afectadas por incendios forestales son, obviamente, la flora, sobre todo aquellas que estaban en cuencas. Luego, en fauna, son las especies poco vagiles, o sea, las de movilidad reducida: artrópodos, reptiles y anfibios, por ejemplo, y precisamente estos grupos presentan una alta endemicidad en la Cordillera de Nahuelbuta".

DR. Raúl Briones, especialista en biodiversidad de Bioforest

En entrevista con Diario La Tribuna, Briones explicó también los impactos sobre el suelo y los organismos que viven en él: "Los impactos de los incendios son en el suelo: se quema y pierde la capa más productiva del suelo, y con ello toda la fauna del humus, artrópodos, hongos y bacterias". Además, agregó que "la pérdida de la capa vegetal por incendios genera una pérdida de suelo producto directamente del fuego, pero luego, con las lluvias, el arrastre de material genera una segunda pérdida de suelo más indirecta. Este arrastre, además de la pérdida de suelo general, provoca una sobreabundancia de materia orgánica y arcillas en los cuerpos de agua, aumentando los índices negativos en las cuencas hidrológicas".

Por otra parte, destacó la capacidad de recuperación de algunos animales tras los incendios: "Hemos realizado investigaciones pre y post incendios y hemos encontrado que los micro y macromamíferos huyen de las altas temperaturas causadas por los incendios (aunque muchos mueren quemados). Sin embargo, estos sitios quemados son recolonizados en un período de un par de meses (en ratones) y seis meses (en herbívoros)".

Cabe mencionar que la flora de las cuencas de la Cordillera de Nahuelbuta es especialmente vulnerable porque concentra gran parte de la vegetación en áreas densas y secas, donde existen ramas, hojas y pastos que facilitan la propagación del fuego. Además, estas zonas albergan especies únicas y que tienen características especiales para sobrevivir en este entorno. La pérdida de esta vegetación afecta directamente a la fauna local y reduce servicios esenciales del ecosistema, como la regulación del agua, el control de erosión y la conservación del suelo, generando impactos que se extienden a todo el ecosistema y a las comunidades humanas más próximas.

"Es importante que la comunidad denuncie las conductas de riesgo", director regional de Senapred

En cuanto a la prevención de incendios forestales en la provincia de Biobío, el director regional de Senapred, Alejandro Sandoval, destacó la importancia de la participación activa de la ciudadanía: "La conducta responsable de la ciudadanía, mantenerse informada de los riesgos con los cuales conviven, preparar su entorno para disminuir el riesgo, recomiendo revisar la guía de preparación de viviendas ante incendios forestales, organizarse dentro de las comunidades para poder compartir alertas e información relevante".

Agregó que, además de la preparación, la responsabilidad social es clave para evitar emergencias: "Es importante que la comunidad condene y denuncie las conductas de riesgo irresponsables que generan incendios forestales".

Alejandro Sandoval, director regional de Senapred Biobío

Cabe mencionar que el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres -Senapred- tiene un rol central en la coordinación de la respuesta ante incendios forestales, gestionando alertas, entregando recomendaciones de prevención y evacuación, y fortaleciendo la preparación comunitaria en colaboración entre distintas instituciones públicas y privadas.

Además, para la temporada 2025-2026 se implementa la Estrategia para el Fortalecimiento de la Gestión en Incendios Forestales, que busca unificar el trabajo de organismos públicos, privados y la sociedad civil para reducir riesgos y mejorar la respuesta. Esta estrategia recoge los aprendizajes de emergencias anteriores y se enfoca en la protección de las personas y el resguardo del medio ambiente, adaptándose a las particularidades de cada territorio.

El plan considera 107 compromisos de 23 instituciones, distribuidos en tres ejes: Mitigación del Riesgo, Preparación para la Respuesta y Comunicación, con actividades específicas destinadas a fortalecer la prevención, la preparación comunitaria y la difusión de información, asegurando que la ciudadanía esté informada y pueda actuar de manera responsable ante la amenaza de incendios forestales.

"Más del 99 por ciento de los incendios son provocados por personas", Beatriz Cárdenas, CMPC Bosques

Desde CMPC informaron que ya se encuentran preparados para enfrentar la etapa más compleja de la temporada de incendios forestales en la provincia de Biobío. Beatriz Cárdenas, quien lidera el área de Prevención de Incendios en CMPC Bosques, destacó el trabajo desarrollado durante todo el año, tanto en la prevención como en la preparación para el combate: "Se han fortalecido los programas de capacitación con un estándar internacional, del cual este año han participado más de mil brigadistas, además, por supuesto, de los recursos terrestres y aéreos que completan este plan de preparación".

Beatriz Cárdenas, área de Prevención de Incendios CMPC Bosques

En materia de recursos, la compañía cuenta con 21 aeronaves, de las cuales 12 son aviones y nueve helicópteros. Para la región y provincia de Biobío, se espera operar con diez aeronaves, cinco aviones y cinco helicópteros, junto al Hércules C-130, que tendrá su base en el aeródromo María Dolores. Los aviones cisterna, Air Tractor 802, tienen capacidad para 3.000 litros de agua o retardante, mientras que los helicópteros incluyen un Chinook CH-46 con capacidad de más de 4.000 litros y ocho helicópteros medianos Bell 212 y 412, utilizados tanto para transporte de brigadistas como para lanzamientos de agua de 1.200 litros.

En el plano terrestre, CMPC dispone de 145 brigadas, con un total de 1.083 brigadistas equipados y capacitados para combatir incendios, complementando así la labor aérea.

Cárdenas enfatizó que, pese a contar con recursos sofisticados y la coordinación público-privada, la clave sigue siendo prevenir los incendios: "Más del 99 por ciento de los incendios en nuestro país son provocados por personas, de manera intencional, negligente o accidental. Por ello, evitar incendios es tarea de todos". Por último, la experta subrayó que "el objetivo principal de CMPC es la vida de las personas", junto con la protección de los ecosistemas y el patrimonio forestal de la región.

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