Un proyecto de ciencia y tecnología centrado en la creación de bloques termoeficientes mediante la utilización de desechos de eucalipto fue desarrollado por alumnos de la Escuela G-877 Coyanco de Los Ángeles, el cual busca ofrecer una alternativa sustentable a los materiales de construcción tradicionales.
El prototipo, elaborado por un grupo de siete estudiantes, fue presentado en ferias regionales y en instancias locales como el Congreso Provincial de Ciencia, Tecnología e Innovación Escolar de Los Ángeles, donde destacó por la reutilización de residuos abundantes en la zona forestal del Biobío.
La iniciativa nació ante la necesidad de encontrar materiales constructivos que actúen como aislantes térmicos eficientes y no contaminantes. El equipo de la Escuela Coyanco enfocó su trabajo en aprovechar corteza, hojas y semillas de eucalipto, una especie ampliamente presente en la zona.
Durante cerca de tres meses, los siete alumnos del taller realizaron la recolección, molienda y compactación de estos desechos.
BLOQUES ECOLÓGICOS Y SUSTENTABLES
La funcionalidad principal de estos bloques radica en su capacidad para actuar como aislante térmico en muros, aprovechando residuos de eucalipto que son molidos manualmente antes de su compactación en moldes.
La profesora a cargo del proyecto, María Graciela Saavedra Jorquera, destacó que este trabajo permite transformar desechos en un material ecológico y no contaminante. Subrayó su eficiencia térmica y su aporte al cuidado del entorno.
Saavedra también planteó la posibilidad de impulsar el proyecto a mayor escala, tomando en cuenta la amplia disponibilidad de residuos de eucalipto en la región.
La visión del equipo apunta a que este tipo de biomateriales pueda ser incorporado por el sector de la construcción. La docente expresó su optimismo respecto a su potencial.
DISEÑO, METODOLOGÍA Y PROYECCIONES
El proyecto de la Escuela G-877 Coyanco busca diseñar y evaluar bloques termoeficientes elaborados con corteza de eucalipto y considera su posible uso en la escuela y en viviendas del sector.
La investigación pretende validar este material sustentable frente a alternativas tradicionales y medir propiedades como conductividad térmica, absorción de agua y biodegradabilidad.
Para su desarrollo, el equipo recolectó 10 kilogramos de residuos de eucalipto y preparó una mezcla de arcilla y agua en proporción 2:1, a la que incorporó material vegetal triturado.
Los bloques fueron compactados con una prensa artesanal, secados hasta endurecer y luego evaluados, con la proyección de que esta innovación favorezca la eficiencia energética y el cuidado ambiental en comunidades rurales.
