Rere: vecinos reclaman por la demora en pavimentación del camino a Yumbel

A Guillermo Vega se le nota la desazón en sus palabras. Ningún dirigente puede sentirse feliz por luchar tanto por algo y haber logrado tan poco, dice.

Es que cuando en agosto de 2012 se dio forma al comité pro-pavimentación a Rere para mejorar la vía de comunicación con Yumbel, él mismo se puso a la cabeza del grupo que partió haciendo gestiones con la esperanza de conseguir que el asfaltado de los 21 kilómetros se materializara a la brevedad. Que sería cuestión de unos cinco años o quizás un poco más.

Sin embargo, al cabo de poco más de una década, solo han conseguido que 4,5 kilómetros sean intervenidos con un mejoramiento básico, situación ocurrida en 2015.

De ahí en más, solo ha sido una espera que pone a prueba la paciencia de los más valientes.

Es que aún quedan 17 kilómetros de camino de tierra, cuyos residentes sufren cada vez que deben transitar ese tramo que serpentea por esa zona de la Cordillera de la Costa.

Para Rere, una localidad de más de 400 habitantes, el mejoramiento del camino con Yumbel es fundamental para mejorar su calidad de vida, principalmente porque así se podría fin a décadas de virtual aislamiento.

Pero no solo favorece para quienes viven en ese rincón de la provincia de Biobío. También para los sectores rurales aledaños, como Huinanco-Rere, Piedras Blancas, Las Minas, Curipidén, Los Despachos, Buenuraqui, Campón, Tumentucú Alto y Tumentucú Bajo. En total, cerca de un millar de vecinos.

Guillermo Vega, que preside la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Yumbel, es rerino de nacimiento pero a los 12 años debió emigrar a Concepción para estudiar. Allá se radicó e hizo buena parte de su vida.

Volvería a localidad en 2006 con la intención de terminar sus años en la tierra que lo vio nacer. Sin embargo, su sentido de la responsabilidad y capacidad de trabajo lo hizo asumir distintos roles a nivel dirigencial. No solo tiene cargos como directivo vecinal, sino que también representa a los pequeños agricultores a nivel regional.

De acuerdo a su relato, en 2015 se pavimentó un tramo que sería la primera parte de un proyecto que se seguiría ejecutando por etapas. Fueron más de 457 millones de pesos usados para ese fin.

La idea era haber seguido con ese mismo tratamiento pero alguien le vendió la idea a nuestras autoridades que lo mejor era ir por un pavimento normal que requiere de un estudio de ingeniería y que también necesita mucho más dinero, cuenta.

Dicho estudio de ingeniería recién estuvo terminado en octubre de 2020 y abarca el tramo que no ha sido mejorado. Ahí también se estableció que el monto bordeaba los 6 mil 580 millones de pesos. Sin embargo, con el aumento del costo de la vida, ahora esa cifra debiera superar los 7 mil 500 millones de pesos. Eso, sin contar con el proceso de expropiaciones.

De acuerdo al dirigente, recién en el segundo semestre del 2023 se estaría licitando el tramo con recursos aportados por el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Vega recuerda que en 1954 se aplicó un impuesto adicional a la bencina y a las contribuciones territoriales con el fin de financiar la construcción de la Carretera Panamericana (hoy Ruta Cinco Sur) hasta Puerto Montt. Una vez ejecutada esa obra, se debía seguir con las transversales donde figuraba que la comunicación entre Concepción y Los Ángeles sería por Rere. Sin embargo, en alguna parte de la historia, esa propuesta quedó relegada al mayor de los olvidos.

Para nosotros, un camino en condiciones es una mejor calidad de vida para las personas. Estos 17 kilómetros son un dolor de cabeza porque nos encarece todo. Una carrera en taxi son 15 o 20 mil pesos y acá hay muchas familias que no tienen los recursos para pagar algo así, señala.

Además, hace ver que a los agricultores sacar los productos de Rere a Yumbel cuesta mucho. También lo es llevar los insumos al campo. En varias épocas del año es un tremendo desafío.

Con el camino transitable, los rerinos podríamos vivir del turismo, no pueden ser que sigamos tan aislados como estamos ahora, se queja Guillermo Vega.

Camino Rere-Yumbel (imagen de Google Maps).

PASADO DE ESPLENDOR

Rere fue una de las ciudades más grandes de Chile a mediados del siglo XVIII. Se dice que después de Santiago y Concepción, en la localidad donde ahora viven 400 personas se cobijó a la mayor cantidad de habitantes de la Capitanía General del Reino de Chile.

De la mano de los sacerdotes jesuitas, que desarrollaron la actividad agrícola y ganadera, y que explotaron los lavaderos de oro, en Rere se vivió una época de esplendor. Fue llamada la Estancia del Rey.

Uno de los hitos ocurrió en 1891, con el Decreto de Creación de Municipalidades, cuando se crea el Municipio de San Luis Gonzaga, cuyo territorio abarca la subdelegación 2a de San Luis Gonzaga del Departamento de Rere.

En una demostración de la bonanza de aquel entonces, un grupo de agricultores y empresarios creó el Banco de Rere, que emitió su propio papel moneda.

Hasta antes del terremoto, las casas de adobe de Rere fueron declaradas Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales. También destaca su campanario y las campanas aliadas en oro y otros metales que fueron declaradas monumento histórico nacional.