Concentrar recursos, articular actores locales y acompañar trayectorias de vida completas es la apuesta que la Fundación MC ha decidido profundizar en la cordillera del Biobío. Esto a través de programas —de largo plazo— en educación inicial, empleabilidad y microemprendimiento, que buscan dejar capacidades instaladas en uno de los territorios con mayores brechas estructurales de la región del Biobío.
La decisión de enfocar su nuevo fondo territorial —cercano a los $2.000 millones anuales— en la cordillera del Biobío no fue azarosa, sino fruto de la experiencia en distintas regiones, donde uno de los principales aprendizajes fue que la dispersión de recursos, aun con buenos resultados, limitaba la sostenibilidad de los impactos. Así lo explicó, en entrevista con diario La Tribuna, Jorge Matte Capdevila, presidente de la Fundación MC, quien señaló que "para generar transformaciones profundas hay que concentrarse en territorios acotados, por períodos prolongados y con fuerte articulación local".
Ese enfoque llevó a la fundación a priorizar el territorio Biobío Cordillera, donde ya venían desarrollando programas en la comuna de Alto Biobío, particularmente en educación y microemprendimiento. A ello se suman brechas significativas en indicadores educativos y de empleabilidad, además de un vínculo histórico y afectivo de la familia fundadora con la zona.
INTENSA AGENDA TERRITORIAL
De visita en la provincia, Matte Capdevila fue parte de una intensa agenda territorial. Una de las actividades centrales fue la premiación de docentes destacados del programa de Lectura y Escritura "Primero Lee 2025", que se implementa desde prekínder a cuarto básico en establecimientos de la comuna. Según Matte, los resultados han sido alentadores, tanto en desempeño escolar como en el compromiso de los equipos educativos.
La jornada también incluyó un encuentro con microemprendedores locales que participan en un programa desarrollado junto a Balloon Latam, con el objetivo de lanzar una guía turística testimonial. Son 98 emprendedores de rubros tan diversos como apicultura, artesanía, gastronomía y turismo, con fuerte presencia de identidad cultural. El trabajo ha contemplado capacitación, fortalecimiento de marca, generación de redes y apoyo asociativo.
ARTICULACIÓN MUNICIPAL Y DESARROLLO LOCAL
Otro de los hitos fue una reunión con alcaldes de las comunas de Biobío Cordillera, donde se presentó un análisis de desarrollo local elaborado de manera conjunta. El foco estuvo puesto en la empleabilidad y en el fortalecimiento de economías locales, a partir del valor natural y cultural del territorio.
Matte destaca el nivel de coordinación entre los municipios, algo que califica como poco habitual y altamente positivo. "Pese a las diferencias territoriales, existe una voluntad clara de trabajar de manera asociativa y avanzar hacia un desarrollo que no repita fórmulas del pasado", afirma.
UN MODELO DE "SEGUNDO PISO", PERO CON PRESENCIA EN TERRENO
La Fundación MC opera bajo un modelo de fundación de "segundo piso": no ejecuta directamente los programas, sino que financia, acompaña y evalúa el trabajo de organizaciones especializadas. Sin embargo, su presidente enfatiza que esto no implica distancia del territorio. "Estamos muy presentes en terreno, conectados con las comunidades y los beneficiarios finales. El acompañamiento, la evaluación y el fortalecimiento de capacidades son parte central del modelo", explica.
Uno de los aprendizajes clave, añade, ha sido comprender que las transformaciones reales no se logran de manera aislada. "Las iniciativas deben nacer desde los territorios, con autoridades locales, comunidades y actores sociales. La articulación es una palanca fundamental del cambio", sostiene.
TRAYECTORIAS DE VIDA COMO EJE ESTRATÉGICO
El Fondo Convoca Chile Trayectorias representa una de las principales innovaciones del modelo. Su objetivo es intervenir a lo largo de todo el ciclo vital: desde la educación inicial —con foco en lectoescritura, matemáticas y habilidades socioemocionales— hasta la transición hacia la empleabilidad y el emprendimiento.
En la cordillera del Biobío, el capital cultural es un activo estratégico. Es por ello que la fundación ha puesto especial énfasis en integrar el conocimiento local y la identidad territorial en el diseño de sus programas. "Nada se hace sin la comunidad. Las ideas se construyen con ellos", subraya.
Desde esa mirada, el turismo cultural aparece como una vía relevante de desarrollo, complementaria al valor natural del territorio. Mostrar la cultura, los oficios y los saberes locales no solo fortalece la identidad, sino que abre oportunidades económicas para las comunidades, mencionó Matte.
PROYECCIONES Y DESAFÍOS
Si bien la experiencia aún está en una etapa inicial, el balance es positivo. El alto interés en los programas, el respaldo de las autoridades locales y la participación activa de las comunidades son señales alentadoras. No obstante, Matte Capdevila reconoce que se trata de un proceso en construcción.
Vínculo con el territorio
Más allá de los programas y diagnósticos sociales, el trabajo de la Fundación MC en la cordillera del Biobío tiene un componente de arraigo personal. Así lo explica su presidente, Jorge Matte Capdevila, al referirse a la relación histórica de la familia fundadora con el territorio.
Según detalla, el origen de ese vínculo se remonta a la figura de su padre, Eliodoro Matte, quien pasó gran parte de su vida entre el Alto Biobío y la comuna de Santa Bárbara, construyendo lazos directos con la comunidad local. "No se trata solo de una relación institucional o laboral. Hubo una cercanía real con la gente, con el territorio y con su forma de vida", señala.
Ese vínculo fue determinante para que la fundación iniciara su intervención territorial precisamente en el Alto Biobío. De hecho, el Fondo Convoca Alto Biobío —lanzado hace un año— surgió a partir de una inquietud personal por contribuir al desarrollo de una zona que, además de un fuerte valor cultural y natural, presenta brechas significativas en educación y empleabilidad.
Matte subraya que esta cercanía no reemplaza el trabajo técnico ni los diagnósticos sociales, sino que se suma como un factor que refuerza el compromiso de largo plazo con el territorio
