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Reconocen la vocación y el esfuerzo de 48 docentes y estudiantes en la educación de jóvenes y adultos

por Nicolás Maureira

La ceremonia efectuada en Los Ángeles destacó a profesores y alumnos de 14 establecimientos de la provincia de Biobío de la educación de personas jóvenes y adultos (EPJA).

Maritza Seguel y María Victoria Clifford, dos de las docentes destacadas en la ceremonia. / Nicolás Maureira | La Tribuna

Una emotiva jornada de premiación a la educación de jóvenes y adultos (EPJA), efectuada en el marco del Día Internacional de la Alfabetización, permitió galardonar por su dedicación a 48 personas —entre docentes y alumnos— de la provincia de Biobío.

El evento —realizado durante la tarde del lunes 8 de septiembre en el auditorio del Centro Cultural Municipal de Los Ángelespremió a los estudiantes con mejor rendimiento, mayor esfuerzo y a un profesor por cada uno de los 14 establecimientos. Este acto subraya la relevancia de la EPJA y visibiliza su camino de resiliencia y superación para muchos.

UN PUENTE HACIA LA DIGNIDAD Y EL FUTURO

Pablo Ríos Muñoz, director provincial de Educación, enfatizó el rol transformador de este nivel para quienes regresan al sistema educativo.

"Entregamos reconocimiento a personas con familias y trabajo que hacen un esfuerzo aún mayor. La EPJA permite a los estudiantes terminar un ciclo, sentirse mejor, les da dignidad y herramientas holísticas. Nos hace felices que las políticas públicas lleguen a ellos y reconozcan este camino", destacó Ríos.

Pablo Ríos.

LA ALEGRÍA Y EL COMPROMISO DE LOS PREMIADOS

Entre los homenajeados estaba Maritza Seguel Reyes, profesora destacada del Colegio Proacap, quien expresó su alegría:

"Este reconocimiento refleja el esfuerzo colectivo en esta jornada EPJA. Nos alegra que se valore nuestro trabajo".

Maritza Seguel.

Para Seguel, la vocación consiste en "acercar a las personas que han desertado del sistema educativo, dándoles herramientas para continuar y terminar sus estudios, motivándolos a seguir en una carrera técnica o profesional".

María Victoria Clifford, del Centro Evangélico para la Educación de Adultos (Ceplea), lleva dos décadas dedicada a la EPJA. Jubilada de la educación regular, persiste en este sistema:

"Me da muchísimas gratificaciones. Para mí ha sido un agrado tremendo trabajar en educación de adultos, cumplo ya 20 años".

María Victoria Clifford.

Estas historias, junto a las de los demás premiados, ejemplifican la vitalidad de la EPJA: un espacio de segundas oportunidades y un faro de esperanza y empoderamiento.

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