Prat y sus hombres

El heroísmo de Arturo Prat y sus hombres es parte de nuevo acervo cultural. Desde la más tierna infancia, se nos cuentan detalles sobre aquella gesta naval ocurrida en la rada de  Iquique, un 21 de mayo de 1879, como parte de lo que fue la Guerra del Pacífico que enfrentó a nuestro país con una alianza formada por Perú y Bolivia.

Lo interesante es que aunque hayan pasado 144 años de aquel combate, los elementos que le confirieron semejante reconocimiento siguen plenamente vigentes. Porque aquella desigual batalla fue un verdadero símbolo patriótico de valentía y sacrificio para y por el pueblo chileno. La figura del capitán Arturo Prat, comandante de la corbeta chilena Esmeralda, se volvió un ícono de heroísmo y entrega al morir dando batalla, sin pensar en renunciar o rendirse, pese a las adversas condiciones.

Prat se destacó por su coraje, liderazgo y espíritu de sacrificio. A pesar de enfrentar una clara desventaja, decidió enfrentar al Huáscar y liderar un abordaje, sabiendo que las posibilidades de éxito eran escasas. Durante el combate, Prat fue abatido y murió, convirtiéndose en un símbolo de heroísmo y entrega para el pueblo chileno.

Paradojalmente, a pesar que la derrota, la valentía mostrada por Prat y su tripulación en su enfrentamiento con el acorazado peruano Huáscar fue un verdadero acicate para las fuerzas chilenas a seguir luchando con determinación en el conflicto. Además, generó tal conmoción en el país que fue  capaz de movilizar a la población en apoyo a la guerra que, hasta antes del enfrentamiento en Iquique, era percibida por lejana y ajena. Las historias de valentía y sacrificio en Iquique despertaron un sentimiento de unidad y solidaridad nacional como muy pocas veces se ha observado en nuestra historia.

Aunque la Esmeralda terminó hundida a espolonazos por el poderoso monitor peruano Huáscar, el heroísmo de Prat y sus hombres repercutió en el estado de ánimo de Perú, lo que generó una disminución en la moral de su armada y fortaleció la confianza de Chile en su capacidad para enfrentar a sus adversarios. A eso se sumó el hundimiento del acorazado Independencia, la nave más poderosa de la escuadra peruana, gracias a la habilidad del capitán Carlos Condell en Punta Gruesa.

A tal punto llevó a valorarse lo hecho en aquella jornada que la Armada de Japón tiene a Prat como uno de los tres grandes de la historia naval. Su busto comparte el sitial de honor con el almirante inglés Nelson (héroe de la batalla de Trafalgar) y el almirante japonés Togo (héroe de Tsushima).

Hasta el día de hoy, Arturo Prat es considerado uno de los héroes más importantes de la historia de Chile, y su nombre está asociado con el sentido de honor y deber en la defensa del país. Monumentos, estatuas y lugares en su honor se encuentran en todo el territorio nacional para recordarnos su valentía y su contribución a la historia de nuestra nación.

Hasta nuestros días, al cumplirse los 144 años de esa epopeya, el combate naval de Iquique nos sirve para tener presentes la importancia del verdadero patriotismo, del que impulsa y motiva, del que es capaz de movilizar a un país completo por la defensa de la nación, tal cual como terminó sucediendo durante la Guerra del Pacífico.