Un austero presupuesto 2020

Tras una bullada participación en la Asamblea General de Naciones Unidas, el Presidente Sebastián Piñera, vía cadena nacional, presentó la noche del jueves el Proyecto de Presupuesto 2020 que será ingresado para votación al Congreso Nacional.

Un presupuesto que según el análisis experto y de la política nacional puede calificarse como austero ya que se traduce en la menor expansión del gasto público desde el 2003, cuando creció 1,5%.  En concreto, el aumento  considerado es de un 3%, lo que significa un incremento de U$ 2.133 millones, alcanzando el gasto un monto total de U$ 74.169 millones, y la inversión crece un 6,8, según lo planteado por el propio mandatario. 

Los ejes principales mencionados fueron ocho y representan en la voz del Piñera las  prioridades, corazón y énfasis en los problemas, necesidades y aspiraciones de ustedes, los chilenos.

El erario incluye inversión y proyectos en áreas como son la Seguridad Ciudadana, Salud, Niñez, Medio Ambiente, Educación, Pensiones, Empleos y Crecimiento. Sin duda, temáticas ampliamente sentidas por la ciudadanía, pero siempre hay que considerar que la economía es versátil y las necesidades variadas e inesperadas. 

Es por lo mismo, que haciendo un parangón simple por ejemplo, con una microeconomía familiar, un ingreso de un año a otro puede ser mayor en una familia promedio, y los gastos sostenidos o priorizados sin grandes inversiones, sin embargo, el factor sorpresa es impredecible.  Una enfermedad, un accidente, un daño en tu vivienda, cambian el panorama y aun cuando los ingresos proyectados pudieron ser mayores, y los gastos limitados; la familia finaliza el año más empobrecida.

No se trata de ser alarmista, sino precavido y en ese sentido con la realidad ambiental actual, la crisis detonada por la sequía y los cada vez más frecuentes desastres naturales, nos obligan a tener un as bajo la manga, que sin duda las arcas estatales tienen totalmente considerado o al menos así es de esperar.  Es difícil hacer comparaciones de un año a otro, porque las necesidades son distintas y la realidad impredecible.  Por tanto, aquí lo importante más allá de cuánto gastamos - sin restarle importancia a esto-, es cómo lo gastamos, en quienes (regionalización) y por cierto, cómo esto impacta realmente en la ciudadanía.  A mi juicio, ahí está la clave del crecimiento de un país.