Credibilidad: un bien que pocos tienen

Las instituciones no pasan un buen momento, y eso se produce ya que las personas que las componen no se han comportado a la altura que amerita, su rol, su puesto, o su cargo.

Hay que ser súper precisos a la hora de establecer los puntos, ya que si vamos a mencionar la escasa credibilidad de los políticos, no podemos ponerlos a todos en un mismo saco, ya que así como hay algunos que no lo hacen bien, hay otros que se esfuerzan y logran cumplir con sus promesas.

La credibilidad, hoy en día, es un bien que muchos quisieran poseer, pero que muy pocos tienen, ya que las irregularidades que se han presentado en el último tiempo, en la política, son suficientes para que ninguno sea de confiar. Ahora bien, es necesario poner los datos sobre la mesa. Ese ejercicio de financiamiento de la política es moralmente enjuiciable, pero estaba dentro de la legalidad, y era algo que todos, sin excepción hacía.

A raíz de eso, varios políticos apuntaron con el dedo, ensuciaron el cargo que ostentan, y semanas más tarde, se descubre que ésas personas, también eran parte de ese grupo financiado por empresas.

¿Cómo se soluciona? La verdad es que es una pregunta muy compleja, sobre todo cuando la política debe ser renovada, pero para la gente joven será muy difícil llegar hasta el sitial de honorable, ya que los recursos serán escasos, el conocimiento de la gente será prácticamente nulo, y los distritos o circunscripciones serán abordables sólo por aquellos que están en el cargo. Ése es otro de los grandes errores de la política, y del manoseo al concepto de democracia.