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El alza se explica principalmente por el aumento de la fuerza de trabajo (1,7%), superior al crecimiento registrado por las personas ocupadas (0,2%). Como consecuencia, el número de personas desocupadas aumentó en un 18,4% en doce meses.
En este mismo período, la tasa de participación regional se situó en 56,6%, creciendo 0,7 puntos porcentuales, mientras que la tasa de ocupación se ubicó en 51,0%, lo que implicó una baja de 0,2 puntos porcentuales. Por su parte, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó un 0,8%.
El análisis por sexo revela una mayor afectación en las mujeres, cuya tasa de desocupación llegó al 10,6%, con un alza de 1,0 punto porcentual en un año. En tanto, los hombres registraron una tasa de 9,4%, con un incremento de 1,8 puntos porcentuales.
En términos generales, la estimación de personas ocupadas en la región aumentó un 0,2%, siendo las mujeres quienes impulsaron este crecimiento, con una variación positiva del 1,1%.
La tasa de ocupación informal en la región se elevó a 25,9%, lo que representa un alza de 0,5 puntos porcentuales en un año. Las personas ocupadas informalmente aumentaron 2,4%, con mayor incidencia en los hombres (5,8%).
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