Arquitecto a cargo de plan maestro de los Saltos del Laja: "todo es ganancia-ganancia"

El arquitecto Iván Cartes fue quien estuvo a cargo del equipo de trabajo que elaboró el proyecto para reconstruir el borde costero en la Región del Biobío, que fue azotado por el tsunami ocurrido después del terremoto del 27 de febrero de 2010. Uno de las iniciativas más emblemáticas fue la recuperación de la playa en Dichato (comuna de tomé) que después del daño causado por el cataclismo, ahora luce un renovado aspecto para sus miles de visitantes.

Esa experiencia la está volcando ahora para la elaboración del Plan Maestro de los Saltos del Laja, iniciativa impulsada por la Asociación de Municipalidades por el Desarrollo Turístico que tiene el apoyo del Gobierno Regional y de la empresa privada.

Cartes actualmente es director del departamento de Planificación y Diseño Urbano de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la Universidad del Biobío. Y desde el año pasado lidera el equipo humano que está realizando un trabajo con la activa participación de la comunidad local que busca, en un horizonte de cuatro a ocho años, mejorar el estándar de los servicios turísticos en la zona para que sean de categoría mundial.

La intención es que los Saltos del Laja se conviertan en uno de los principales destinos turísticos del país con una oferta de servicios que permita recibir visitantes durante todo el año.

Los avances de este Plan Maestro se están exponiendo a las autoridades locales de las comunas directamente involucradas (Los Angeles, Yumbel y Cabrero), además de anticipar los pasos que se vienen en los meses siguientes.

Para Iván Cartes, dicho plan maestro tiene la particularidad de ser sustentable “porque abarca todas las áreas de desarrollo. En el fondo, encontramos que los mayores atributos del territorio son, obviamente su valor natural, pero también la conveniencia de que el sector se desarrolle social y económicamente”.

A juicio del especialista, las etapas que vienen adelante “no solo deben verse como la consolidación de proyectos, sino en proveer el marco adecuado para que las personas se capaciten de mejor manera, ofrezcan mejor productos y queden integrados al nuevo recorrido como de acceso y conocimiento de los cuatro saltos”.

Para el profesional, se trata de una “situación de ganancia-ganancia porque se va a mejorar la infraestructura de acceso y recorrido pero, al mismo tiempo, las actividades que se van a colgar de este collar de perlas, van a darle mayor realce a lo productivo, a los servicios al turismo y al equipamiento que los mismos turistas sugieran”.

Si bien reconoció los vendedores instalados en el sendero de acceso a la cascada principal pueden tener sus reservas por la realización de dichos cambios, hizo notar que “es casi imposible seguir con el esquema de recorrido actual que hoy tiene 300 metros y que estamos multiplicando a 3,1 kilómetros que incluyen las actividades que ahora se realizan y otras que den mayores facilidades a los turistas”.

Blas Araneda, jefe de Planificación y Desarrollo del Gobierno Regional del Biobío, recalcó que los Saltos del Laja “se visualiza no solo como un eje y polo de desarrollo para Los Angeles, Yumbel y Cabrero, sino que este centro turístico - que es el icono, la postal de la región -, va a permitir el desarrollo de la región en su conjunto y aportar al crecimiento del país”.

En ese marco, sostuvo que es fundamental que “nos podamos poner de acuerdo, trabajar de manera mancomunada, las personas, los municipios y la empresa privada, con el foco en el crecimiento y desarrollo de quienes trabajan y viven en el sector”.

PLAN MAESTRO

Uno de los aspectos más llamativos que han surgido en las primeras etapas del plan maestro de los Saltos del Laja es la idea de instalar un sendero inclusivo de poco más de tres kilómetros de extensión que permita recorrer las cuatro caídas de agua.

A través de estructuras con barandas de alta seguridad, será posible que personas con dificultades de desplazamiento – como los mayores o en silla de ruedas – puedan maravillarse de ese espectáculo de la naturaleza.

La propuesta, cuya implementación total está planificada para un plazo de cuatro años, irá uniendo las islas, partiendo desde la cascada principal hasta la caída de agua situada frente al hotel de los Saltos del Laja (los propietarios aceptaron usar los terrenos para ese fin). Después, el trazado considera continuar hacia los otros dos saltos que se ubican más hacia el poniente y que son los menos conocidos del conjunto.

En ambos extremos del trayecto habrá amplias áreas de estacionamientos, además de infraestructura y pueblitos artesanales.

La intención es que se cambie el turismo de paso por uno de destino que esté operativo los 365 días del año ya que el sendero ampliado a las cuatro cascadas invitará también a recorrerlas en invierno con máximo caudal y con toda la seguridad del caso.

También se ha considerado incluir un anfiteatro, un terminal de buses y un centro polideportivo. Además, está previsto un museo de la memoria patrimonial, en un extremo del sendero, y un centro interactivo ambiental en el otro extremo. Estas obras debieran licitarse a mediados de año.

En lo inmediato, se espera que en abril comience un plan de corte de todos los árboles foráneos el sector (como pinos, eucaliptus y aromos) para ser reemplazados por especies arbóreas nativas con la intención de despejar la vista hacia los Saltos del Laja.