Rubro gastronómico local mira con buenos ojos las gestiones para reabrir terrazas en Fase 2

No es un misterio el impacto económico provocado en el rubro gastronómico por la pandemia del coronavirus. Desde marzo pasado que miles de empleos están suspendidos o, incluso, se han perdidos inexorablemente por el cese de operaciones de los restaurantes y cafeterías.

Por lo mismo, han sido desesperados los emplazamientos de los empresarios del rubro que abogan por flexibilizar las normas que les permitan retomar la actividad.

En el caso de Los Ángeles, las manifestaciones más evidentes de la profunda inquietud del gremio se reflejaron en el acto de quebrar más de 160 platos en la Plaza de Armas para reclamar por el mismo número de días que llevaban sin funcionar. También en la protesta realizada la semana pasada en una actividad con autoridades de Gobierno en el puente Coigüe, a orillas del río Biobío.

¿La petición? Básicamente, en aquellas comunas que están en fase 2 del plan Paso a Paso, y que están sujetas a la medida de cuarentena durante el sábado y el domingo, se autorice atender público en las terrazas.

Sin embargo, una luz de esperanza la otorgó el ministro de Economía, Lucas Palacios, al afirmar que se está trabajando con el Ministerio de Salud en la oportunidad que aquellas comunas en fase dos puedan operar en terrazas, con el argumento que no son foco de contagio cuando se está al aire libre.

En el caso del Biobío, el mismo seremi de Economía, Mauricio Gutiérrez, aseguró al diario de Concepción que se trata de una medida que apunta a la reactivación económica de las Pymes que no han podido levantarse tras la vuelta a Fase 2.

Al respecto, Juan Andrés Aravena, secretario de la Agrupación Gastronómica de Los Ángeles, que engloba a cerca de un centenar de dueños de restaurantes y cafeterías, valoró los anuncios de las autoridades porque se trata de una oportunidad para darle un respiro al rubro.

Como agrupación gastronómica, tomamos de muy buena forma las palabras de las autoridades porque creemos que van en la línea de lo que pide la agrupación y el gremio en general. Tenemos las condiciones sanitarias y operativas para funcionar de buena forma en fase dos, afirmó.

En ese marco, Aravena aseguró que bajar de fase 3 a fase 2 ha significado una caída de ventas de hasta un 70% para los empresarios del sector. El cambio tan drástico nos afecta mucho como pequeños locatarios porque si llevamos esto a números, nos significa menores ventas de hasta un 70% que, desde octubre a marzo, es cuando más recursos puede generar, afirmó el dirigente.