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Las maniobras, que comenzaron este martes y se extenderán hasta el jueves, buscan validar las condiciones de seguridad de la megaobra a través de protocolos especializados en carga ferroviaria.
Durante esta fase se realizan pruebas dinámicas, que incluyen el paso de locomotoras a diferentes velocidades y detenciones específicas sobre los apoyos estructurales del viaducto. Posteriormente, se ejecutarán pruebas estáticas, en las cuales las máquinas permanecen detenidas en distintos puntos para comprobar la resistencia del puente sin carga en movimiento
El procedimiento incluye la participación de cuatro locomotoras de Fepasa (Ferrocarril del Pacífico), tanto de patio como de línea, lo que permite evaluar el comportamiento estructural del viaducto ante distintos pesos. La operación fue previamente coordinada con actores productivos de la zona, y está siendo supervisada por equipos técnicos en áreas de vías, señalización, estructura, electrificación y monitoreo, este último apoyado por sistemas tecnológicos de última generación instalados en el puente.
El nuevo Puente Ferroviario es uno de los ocho proyectos del Plan Maestro Ferroviario del Biobío, que contempla una inversión total de 3 mil millones de dólares. Su objetivo es fortalecer la red ferroviaria regional y dinamizar el desarrollo económico y social del Biobío, integrando infraestructura clave para el transporte de carga y pasajeros.
La apertura parcial prevista habilitará solo una de las dos vías del viaducto mientras se concluyen las obras definitivas. Además del puente y el Túnel Chepe, el plan contempla la ampliación del Biotren a Lota, un nuevo tramo entre Penco y Lirquén, conexión hacia Los Ángeles, un acceso ferroviario desde Chillán y mejoras urbanas como pasos desnivelados y talleres de mantenimiento.
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