Certificación Sence: Se abren puertas laborales para mujeres en el área de la construcción

Un total de 37 personas fueron certificadas en el oficio de ceramista, 28 mujeres y nueve hombres, beneficiarios a través del programa que busca fortalecer las habilidades y conocimientos de los participantes en el campo de la construcción, brindándoles oportunidades de empleo en el sector de la vivienda.

La ceremonia se realizó en Los Ángeles y se enmarca en el programa "Maestros y Maestras de la Construcción para viviendas de calidad", iniciativa conjunta entre el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) y la Cámara Chilena de la Construcción.

Este plan busca impulsar el desarrollo de competencias en el campo de la construcción, generando oportunidades laborales y contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas a través de la construcción de viviendas dignas y de calidad en todo el país.

Así lo mencionó el director regional del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, Daniel Jana, quien explicó que la capacitación en el oficio de ceramista brinda a los participantes la posibilidad de adquirir habilidades técnicas y prácticas para la instalación y revestimiento de cerámicas, lo cual es fundamental en la construcción y mantención de viviendas de calidad.

"Nosotros nos hemos adelantado y hemos capacitado a personas, en su gran mayoría mujeres, para que puedan tener el oficio que van a requerir las empresas que van a construir estas viviendas. Y acá en Los Ángeles y en todas partes de Chile van a haber empresas que se van a instalar en algún momento y van a levantar poblaciones completas. Y ahí es donde nosotros vamos a decir, nosotros tenemos ceramistas en Los Ángeles."

LAS BENEFICIARIAS

En conversaciones con La Tribuna, algunas de las participantes compartieron su experiencia y lo que significa para ellas que se les entreguen estas nuevas herramientas y oportunidades de aprendizaje.

Jocelyn Carrasco, certificada como maestra ceramista, menciona que "quiero inscribirme para el próximo año y ya dedicarme a esto de lleno. Porque me gusta. Y aparte que el curso que nos dieron estaba bien completo. O sea, aprendimos a dar metros cuadrados, cubicar, a cortar con un galletero, hacer círculos pequeños, círculos grandes, que no era menor, que de hecho nosotros quedábamos así como, ¿cómo lo vamos a hacer? Pero se podía. (...) igual, buen curso porque te pagaba la movilización, te dieron los materiales que tú necesitabas en ese momento, cosa que no te dan si tú vas a una universidad o a un instituto, tú tienes que pagarte el mes, más llevar tus materiales que igual es un gasto que uno a veces no puede."

En tanto, Jeannette Rebolledo, quien aprendió todo lo necesario en el curso de construcción y cerámica gracias a su esfuerzo y dedicación. Trabaja en una oficina, pero está dispuesta a trabajar en el rubro de la construcción si hay oportunidades. Agradeció también a las autoridades por el apoyo brindado y animó a las mujeres a empoderarse y trabajar en lo que quieran, en sus palabras dijo que "me encantó, porque uno aprende muchas cosas que uno no sabe. Yo misma como mujer no tenía idea de cómo cortar, cómo hacer un orificio para poner una cañería, pero ahora lo sé, sé pegar cerámica y es muy importante para mi vida. No sabía nada y aprendí. Aprendí porque me lo propuse. (...) y es bueno, porque las mujeres podemos. Si nosotros queremos, podemos. Solamente hay que empoderarse y trabajar nomás."

En el caso de Paula Echeverría, también participante de la certificación, comentó que se trató de un curso de 128 horas, con clases de lunes a viernes, donde se realizó tanto formación teórica como práctica. También mencionó que "vi en Facebook un anuncio y primero pensé que era una estafa, porque era como todo, yo dije, pero ¿Cómo así tan bien? Pero busque el contacto, pregunté y me dijeron que si, después cuando vi que era de Sence, ya ahí sí confié".

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Los fondos pueden usarse para la compra de materia...

Pero para ella la parte más importante de haber tomado esta capacitación es que le haya devuelto la confianza en sus propias capacidades. Aseguró que "En realidad es algo muy bueno, porque me ayudó a tomar la decisión de poder estudiar el próximo año. Estaba tan insegura en mis capacidades, que esto fue lo que me ayudó para poder decidirme que el próximo año debo estudiar sí o sí, y no dejar pasar más tiempo por miedo."

En cuanto a la importancia que tiene que se les abran las puertas a las mujeres en este rubro de la construcción y tareas consideradas más "masculinas", expresó que "no me atrevo a meter un maestro en la casa. Y yo creo que muchas mujeres tienen el mismo miedo. Ya no confían en maestros hombres. Entonces, para nosotras como mujeres, que haya una maestra mujer es muy importante. Nos da mucha más seguridad, más confianza (...) Nosotras sabemos todas las responsabilidades que tenemos a cuestas. Las que llevamos solas un hogar, las que tenemos hijos y no tenemos ayuda de nadie, nosotras sabemos lo que cuesta. Entonces, empezar con esto es un pequeño pasito que puede significar algo muy grande. En el ámbito laboral, en el ámbito de la seguridad propia, personal, todo."

Finalmente, estuvo presente también en esta actividad la directora regional de Fundación Prodemu, Paula Marín Fuentes, que mencionó que la certificación fue "una muy buena noticia y también una señal para toda la comunidad, las autoridades, las empresas, ya que también hoy día, mujeres pueden realizar estos oficios igual que los hombres, tenemos esa posibilidad"