Bastián Monroy, el ex azulgrana que conquistó el ascenso a 1ra B pero que no volvió a jugar

A sus 36 años y quien fuera tricampeón con Deportes Iberia, hoy es un verdadero trotamundos que ha buscado romper moldes y encontrar su propio destino, camino que lo ha llevado a radicarse momentáneamente en Australia.

Se trata de Bastián Alonso Monroy Vargas, un defensa que a su llegada el 2011 a Los Ángeles, paulatinamente se fue ganando el aprecio y el cariño de la hinchada.

Es uno de los pocos que puede ostentar haber ganado con Iberia esas tres soñadas Copas de la naciente Segunda División Profesional. La última fue la que finalmente le dio el ascenso a la Primera B al conjunto azulgrana, aquel 30 de marzo del 2014. Ese campeonato, contradictoriamente, le significaría a Monroy abandonar el fútbol profesional.

En entrevista exclusiva con La Tribuna, el propio jugador recuerda con añoranza su paso por Iberia y, en especial, el último campeonato que posibilitó el anhelado deseo del club de llegar a la Primera B.

Paradójicamente, ese sería su último capítulo en el profesionalismo: "Para mí todo el término de Iberia fue muy duro, porque significó dejar el fútbol profesional. Fui tricampeón con Iberia los años 2012, 2003, 2014. De ese equipo del ascenso, de todo el plantel, fui el único que no siguió jugando nunca más. La verdad es que jugué mucho más minutos que varios de mis compañeros que, incluso, renovaron. Por ello, para mí fue una partida muy dolorosa", cuenta el hoy avecindado en Australia.

Manifestó que luego de su paso por Iberia, decidió terminar su carrera en la Universidad en Santiago, jugando además en el campeonato universitario. "Allí tuve becas deportivas y finalmente obtuve el premio como alumno sello de toda la universidad, además de terminar mi carrera con honores y dentro de las notas más altas de la generación, siendo aprobado con distinción".

SALTO A BEIJING

Tras su meritorio paso por la Universidad, la misma casa de estudios lo becó para viajar a China, Beijing. "Estuve en Beijing haciendo conexiones vinculadas al deporte para la Beijing Sport University, siendo el nexo para que estudiantes de China fueran a estudiar como intercambio cultural a Chile y viceversa. Fue una muy linda experiencia", relató.

AUSTRALIA LA PRÓXIMA PARADA

Su llegada a tierras australianas se debió al contacto de un amigo residente en ese país. Detalló que este conocido era entrenador del primer equipo de mujeres, llamado UNSW y que además contaba con una serie de varones.

Lo tentó para ir a probar suerte y Monroy, con su alma aventurera, no lo pensó dos veces y se fue a la tierra del canguro. "Hice el papeleo y fui a probar suerte, siendo aceptado en el club. Fue un gran año para mí, donde estuve muy cerca del ascenso, de hecho llegamos a instancias finales, estuvimos a minutos de lograr el ansiado ascenso, lamentablemente perdimos. Sin embargo en esa temporada me gané el reconocimiento como el jugador más importante del club, el Most Valued Player, siendo el capitán del equipo".

El ex jugador de Iberia calificó su llegada a dicho club como otra hermosa experiencia, pues llegó sin saber mucho y sin hablar inglés pero que gracias al fútbol y a su entrega y dedicación, se ganó el reconocimiento en Australia. "Jugué a gran nivel y en varias posiciones distintas a lo que solía jugar, lo hice de puntero derecho, de contención y central, la verdad es que volví a reencantarme con el fútbol durante esos dos años que estuve en el club".

ATRAPADO POR EL COVID EN TAILANDIA

Pero no era todo para Bastián Monroy, quedaba algo más para contar. Tras su salida del club, tomó vacaciones y viajó a Tailandia en un viaje que planificaron con su pareja. Todo iba perfectamente pero llegó la pandemia que los dejó varados en el sudeste asiático por varias semanas. "Ello fue muy complejo, de mucho miedo e incomodidad por lo que significaba un virus que se decía era mortal, pero luego de mucha incertidumbre, logramos volver a Chile, después de un viaje de más de 48 horas, realizando varias e interminables escalas".

MARCA DEPORTIVA CON SU SELLO

Ya de vuelta en Chile y en plena pandemia, el inquieto Bastián se las ingenió para llevar su propio emprendimiento, se trató de una marca deportiva con su sello personal. "Se llama Manray, tal como mi apellido Monroy, cambiando las dos O por A, dedicándome a ello durante dos años. Hoy en día, por ejemplo, visto al Club América de Los Ángeles que salió campeón hace poco en el fútbol amateur. Además, logré hacer equipamiento para otros países, mandé exportaciones a Australia. En resumen, con este proyecto de mi propia marca deportiva, han salido varias cosas buenas", detalló el ex iberiano.

DE VUELTA EN AUSTRALIA

Hoy el ex lateral derecho de la Azulgrana, en su regreso a Australia, se encuentra viviendo otra etapa en su vida aunque siempre ligado al balompié.

Actualmente entrena al club NPL que forma parte de la liga New Premier League del Estado de New South Wales, (Nueva Galicia del Sur), esperando que se abra una posibilidad, aunque se ve difícil, dijo, por los cupos extranjero. El campeonato comienza en marzo. "Por el momento me mantengo en forma, hay una pequeña posibilidad que me vaya de Sidney a Melbourne a jugar con José Carlos Prieto, que jugamos juntos en Iberia, él se encuentra allá, así que me hizo el ofrecimiento".

Precisó Monroy que en Melbourne los clubes pagan mucho más que en el fútbol chileno y qie solo se entrena tres veces a la semana. Desde Sidney, donde reside, confiesa ser un eterno agradecido de la vida, pues todo lo que puede parecer muy malo, en algún momento le abre puertas para hacer muchas cosas buenas. "Por ejemplo, si yo hubiera seguido jugando en Iberia, quizás nunca hubiera estado jugando fútbol en China, nunca hubiera estado jugando fútbol en Australia, nunca hubiera terminado una carrera universitaria, uno no lo sabe".

SU DOLOROSA SALIDA DE IBERIA

Obviamente en su corazón hay un espacio muy importante por su paso por Iberia en Los Ángeles. Pese al tiempo, recuerda al club con mucha nostalgia, pero también con mucha pena y dolor. "En un momento fue muy duro para mí dejar a Iberia, yo adoraba el club, lo amaba, me identificaba mucho con la gente que así me lo hizo saber. Cuando Ronald Fuentes no me consideró para la Primera B, fue doloroso, sin saber que además sería mi despedida del fútbol profesional en Chile".