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músico, rockstar, banda / Pixabay

Más de 170 objetos forman parte de la exposición que rinde tributo al rock en Madrid

por Claudia Robles Maragaño

Todo el rock español reunido en una ilustrativa exposición, ¡Tiempos de rock!, un tributo a un género musical que marcó una época en el siglo XX visto por las bandas actuales, un aspecto que la hace original y novedosa.


AGENCIA EFE

Desde la icónica guitarra de Juan Valdivia (Héroes del Silencio) hasta la caja de batería que usó Ramiro Penas en Leño o letras manuscritas de canciones de Extremoduro, Barón Rojo o Medina Azahara se pueden ver estos días en "¡Tiempos de rock!", la exposición organizada por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en su sede de Madrid.

Con esta muestra, además de rendir tributo al rock español de las últimas cinco décadas, la SGAE dibuja un heterogéneo y sentido retrato de todo ese movimiento cultural que supuso el rock, que ha dado -y sigue dando- voz y presencia a la juventud rebelde de cada época y, a la vez, erigirse como la música de varias generaciones.

La exposición recoge diversos objetos cedidos por artistas y componentes de algunas de las formaciones más emblemáticas de la historia del rock español, como Miguel Ríos, Barón Rojo, Leño, Obús, Extremoduro, Medina Azahara, Triana, Barricada o Héroes del Silencio, entre una larga lista.

LOS IMPRESCINDIBLES 

En total 170 piezas fetiches del rock español, para reivindicar un género que parece estar de capa caída actualmente. La pandereta que utilizó Miguel Ríos durante el concierto 'Rock & Ríos' (1982); la guitarra dorada de Armando de Castro, alma de Barón Rojo, de 1984, cuando salió su primer álbum en directo, 'Barón al rojo vivo' o uno de los monos de paracaidista de colores -el verde- que utilizó Rosendo Mercado para tocar durante una época en Leño.

Un total de veinte grupos y autores contemporáneos que han escogido otros tantos nombres entre sus referentes, sus favoritos, que consideran imprescindibles de la escena rock nacional, un periodo que va desde el final del franquismo (principios de los años setenta) hasta nuestros días.

"La selección destapa querencias inesperadas, que revelan influencias y apegos estéticos y sonoros", apunta el comisario de la muestra, Fernando Galicia, quien también incide en esa relación de las bandas de los ochenta con las de ahora, para dar voz a los grupos más jóvenes, al relacionarlos con quienes consideran sus referentes.

Fernando Galicia, comisario de la muestra

En efecto, no se trata, como suele ser habitual, de la típica exposición nostálgica de tiempos pasados sin más, sino de incluir también a las jóvenes generaciones para darles visibilidad e interrelacionar a los viejos rockeros con los actuales, a los que no se les apoya mucho. "Con esta iniciativa la SGAE aporta su granito de arena: la SGAE es la casa del rock", asegura su comisario, Fernando Galicia.

DEL ROCK DEL XX AL DEL XXI

 La muestra gira en torno a un aspecto que la hace novedosa por el cual las bandas más jóvenes eligen su referente de banda del pasado. Así, por ejemplo, para Vhäldemar es Barón Rojo; para Megara, Sangre Azul; o para The Electric Alley, Extremoduro.

 Fuera han quedado grupos emblemáticos. Esto es debido a que, como explica Galicia "grupos fundamentales del rock español, como Burning, Los Suaves, Ñu o Ramoncín, no estén presentes porque no han sido seleccionados por las bandas contemporáneas. Pero lo que queríamos era dar protagonismo a la generación de ahora".

La exposición sirve para deleite de los fans, que se encontrarán con objetos tan personales como unos pantalones de leopardo que Juan Valdivia utilizó en una gira de Héroes del Silencio, pero también resulta interesante para aficionados que quieran descubrir épocas pasadas porque hubo un tiempo en el que el rock español arrasaba.

Pero más allá del fetichismo rockero, en la muestra sobrevuela la sensación de que se le debe algo al rock español. Y en cierta manera así es. El musicólogo Fernando Galicia lo argumenta: "Después de la dictadura y hacia finales de los setenta y principios de los ochenta el rock fue fundamentalmente un medio de expresión de la juventud que reclamaba libertad. En la actualidad también es necesario reivindicarlo porque se ha convertido en `underground´, ya que las modas van por otro lado".

Fernando Galicia, musicólogo

"EL ROCK ES MÁS QUE MÚSICA, ES UN MODO DE ENTENDER LA VIDA"

 A punto de cumplir 72 años, Julio Castejón, líder, voz y guitarra de Asfalto, la mítica banda de rock se despide precisamente este año, después de 53 años "y medio" -matiza él-, dando caña. "El rock es más que música. Es un modo de entender la vida, de defender unos valores y de estar presente en los acontecimientos que se van sucediendo. Asfalto es pura rebelión desde que se fundó en 1972", explica Castejón quien también reconoce que "en estos tiempos el rock está de capa caída, hay que reconocerlo", dice el músico.

 "Muchas bandas nacen y mueren en el local de ensayo, sin apenas llegar a tocar. Ahora todo está al alcance de todos, se ha abaratado todo, la música la puede hacer cualquiera, pero de qué sirve si luego no te contratan..., y si te contratan, no viene la gente... ¿y por qué no viene la gente?, porque no te conoce. En estos tiempos ¡tienes que pagar por tocar!".

En un mundo en el que las máquinas se van imponiendo todo pasa por promover la creatividad y tocar en directo. "Lo más bonito de relacionarte con la música -continúa Castejón- es el lado emocional, potenciemos eso, que la música nos de vida, y si luego nos da para vivir, mejor".

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