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El registro forma parte del tercer capítulo de su "desafío personal" titulado "Día X haciendo algo que me da miedo todos los días" que tiene como protagonista a Milton, un conocido vecino en situación de calle, ampliamente reconocido por recorrer la ciudad siempre acompañado de sus perros, compañeros inseparables de su vida diaria.
En el video se muestra a Milton, que se encontraba a metros de la feria artesanal de Ricardo Vicuña, donde según relató, pernocta en las noches.
Con el contexto navidad aun latente, Pablo lo invita a cortarse el pelo, le regala ropa nueva y comparte con él un almuerzo en un restaurante peruano del centro de la comuna, donde pudieron compartir conversar extensamente para conocer más de su "invitado".
El gesto no pasó desapercibido: la publicación ya supera los 14 mil "me gusta", acumula miles reproducciones y cientos de comentarios de emoción, reflexión y mensajes de apoyo.
El registro cierra con una frase que rápidamente comenzó a circular en redes sociales:
"Me gusta creer que hay personas que no necesitan lástima, necesitan una oportunidad, un gesto, algo que les haga recordar quiénes son, pero sobre todo quiénes aún pueden ser".
La elección de Milton no fue planificada ni pensada con antelación. Así lo explicó el propio Pablo Figueroa, quien, en conversación con La Tribuna, relató que antes de conocerlo se acercó a varias personas en situación de calle con la intención de ayudarlas, pero ninguna aceptó la propuesta.
Según el creador de contenido, no se trató de buscar una imagen impactante, sino de una conexión humana real. "Todo se dio de forma espontánea. Milton confió, aceptó acompañarme y por eso el video se siente auténtico, porque realmente lo fue", señaló.
Pablo Figueroa explicó que este proyecto nació desde la necesidad de generar contenido con mayor sentido y profundidad personal.
Tras sus primeros videos de entrevistas callejeras, decidió ir más allá y exponerse a sus propios miedos como una forma de crecimiento personal y aporte social.
El primer desafío fue abrazar a desconocidos, el segundo entregar cumplidos y afecto a personas en la calle, y el tercero ayudar directamente a alguien en situación de calle.
Este último capítulo, protagonizado por Milton, terminó abriendo una conversación más amplia sobre la empatía, la dignidad y el poder transformador de los pequeños gestos.
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