Durante dos días consecutivos, la Corporación Cultural Municipal de Los Ángeles (CCMLA) se convirtió en un centro de aprendizaje y diálogo sobre autismo y neurodiversidad.
Fue el escenario del II Congreso de Autismo y Neurodiversidad, organizado por Fundación Vita, que reunió a 16 expositores de distintas ciudades del país, emprendedores autistas y talleres gratuitos para toda la comunidad.
Bárbara Oliva, representante de Fundación Vita, destacó que el encuentro buscó abrir un espacio de comprensión desde una mirada neuroafirmativa, es decir, a partir del reconocimiento y la valoración de las diferencias neurológicas como parte de la diversidad humana.
"Esta es una oportunidad para mirarlo de manera positiva, educarnos, conversar y resolver dudas", explicó Oliva.
Según la representante, la actividad no solo estaba dirigida a profesionales vinculados al tema, sino que también buscó comunicar por medio de un lenguaje cercano y accesible para que familias y vecinos pudieran comprender mejor el día a día de las personas autistas.
TALLERES Y ACTIVIDADES
Entre las actividades, los asistentes pudieron participar en talleres de estimulación sensorial, primeros auxilios, RCP y estrategias de abordaje del autismo en el hogar.
Según Fundación Vita, algunos talleres estuvieron orientados a preparar a los niños para procedimientos médicos, un escenario que puede generar ansiedad y desregulación en menores con TEA. Además, estudiantes de colegios locales colaboraron al familiarizar a los niños con estas técnicas de manera lúdica.
El congreso también incluyó un bazar de emprendedores autistas en el patio de la CCMLA, donde los asistentes pudieron conocer productos elaborados por personas con autismo o en situación de discapacidad.
Entre las iniciativas se presentaron emprendimientos de artesanía, gastronomía y accesorios diseñados para apoyar la regulación de crisis de ansiedad y pánico, además de aplicaciones destinadas a mejorar la comunicación entre familias y niños autistas.
EXPERIENCIAS Y TESTIMONIOS DE LOS EXPOSITORES
Una de las expositoras del conversatorio, Andrea Delgado, presentó la aplicación Llako, una herramienta pensada para facilitar la comunicación entre las familias de niños y adolescentes con autismo y sus profesores.
Delgado, diagnosticada con TEA hace dos años, explicó que la aplicación ayuda a prevenir las llamadas desregulaciones, que son episodios en los que un estímulo altera el sistema nervioso de la persona y provoca conductas como gritos, mutismo, ansiedad o tristeza.
"Cada persona con autismo es diferente. Lo que para alguien puede ser un estímulo leve, como un cambio de luz, para otra persona puede significar un estrés intenso que desencadena desregulación", señaló Delgado.
La expositora destacó también la importancia de conocer y reconocer la propia neurodivergencia, dado que puede ser incluso más relevante que el diagnóstico formal al permitir anticipar situaciones y evitar sentimientos de culpa o sobrecarga emocional.
Por su parte, Camila Ortiz, creadora de la tienda Senso Arya, especializada en herramientas sensoriales, explicó cómo estos productos permiten la autorregulación y la concentración, claves para evitar crisis o sobrecarga sensorial.
EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA
De acuerdo con especialistas, el trastorno del espectro autista (TEA) se caracteriza por diferencias en el procesamiento neurológico y sensorial, lo que se refleja en conductas repetitivas, dificultades en la comunicación social, sensibilidad aumentada a estímulos y patrones de conducta más rígidos.
Para los expositores del congreso, estas particularidades no son patologías a "corregir", sino diferencias que requieren acompañamiento, comprensión y adaptaciones en el entorno.
Por ejemplo, Delgado recordó que la culpa autista —que ocurre cuando los niños se sienten responsables de alterar el ánimo de su familia o entorno— puede generar ideación suicida incluso antes de los seis años.
Por su parte, Ortiz recordó que en el ámbito laboral las personas neurodivergentes requieren ajustes razonables, que incluyen reducir estímulos, permitir pausas de regulación, planificar actividades de manera predecible y ofrecer comunicación explícita. "No es tiempo perdido. Al contrario, se traduce en mayor productividad y bienestar para todos", explicó Ortiz.
UNA MIRADA INCLUSIVA
Para Fundación Vita, el II Congreso de Autismo y Neurodiversidad permitió a los asistentes experimentar en primera persona cómo las adaptaciones sensoriales y la comunicación respetuosa facilitan la convivencia y el desarrollo de talentos de las personas neurodivergentes.
"Conocer, educarse y valorar las diferencias es la clave para que todos podamos convivir mejor", resumió Bárbara Oliva.