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El sábado recién pasado, los relojes en Chile continental se adelantaron una hora, con lo cual comenzó oficialmente el horario de verano. La medida, que se aplica de forma estacional por decreto, busca aprovechar mejor la luz natural y favorecer las actividades cotidianas y el comercio durante las tardes de primavera y verano.
Con el cambio de hora, los días comienzan a oscurecer más tarde, lo que permite que actividades que normalmente se realizan a las 18:00 o 19:00 horas se realicen con luz natural. Sin embargo, desde la perspectiva del consumo energético, el impacto es relativamente marginal, ya que la mayor parte del gasto eléctrico en iluminación se reduce gracias al uso generalizado de ampolletas LED.
CONTRIBUCIÓN BAJA
El director de las carreras de Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería Industrial de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Cristian Saavedra, explicó que desde la perspectiva del consumo energético, "quizás el impacto no es tan fuerte sino que es, quizás, un poco más marginal porque todo lo referente al consumo eléctrico de iluminación, generalmente, no es tan alto, dado el uso de muchas ampolletas LED". Por lo mismo, el ahorro de energía no sería tan significativo desde el punto de vista de la iluminación propiamente tal.
El experto detalló que existen otros factores que también podrían contribuir al ahorro de energía, como aquellos relacionados con la vida social o recreativa, ya que brinda mayor seguridad para realizar actividades o deportes al aire libre.
EL VALOR DE LOS HÁBITOS
Por su parte, el investigador del Instituto de Data Science de la Universidad del Desarrollo, Germán Gómez, explicó que el objetivo del cambio de hora es "mover más luz a la tarde en primavera-verano para favorecer actividades cotidianas y comercio después de la jornada laboral. Es una política definida por decreto y aplicada de forma estacional".
Respecto a si se ahorra o no energía, el experto sostuvo que la evidencia internacional es matizada.
Por lo mismo, Gómez llamó a los consumidores a no esperar un descuento visible en la boleta de la luz solo por el cambio de hora.
"El ahorro real viene de tecnología eficiente y hábitos. Por ejemplo, la iluminación con luces LED en todos los puntos posibles de la casa y aprovechar la luz natural; por climatización, aislar puertas, ventanas, usar termostatos programados o ese tipo de cosas", sostuvo el experto de la UDD.
El investigador relató que es muy importante considerar los consumos en espera o lo que se conoce como consumos "vampiro". Esto es, por ejemplo, "dejar conectados instrumentos eléctricos cuando no necesitamos, no están en uso. Estas medidas logran ahorros de dos dígitos a lo largo del año, muy por encima del efecto del cambio de horario".
Ante ello, finalizó expresando que el cambio de hora se debe principalmente a "ganar tarde. El ahorro en casa se realiza con eficiencia y buenos hábitos de consumo".
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