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Luego de pasado unos días del desastre más grande por inundaciones que se ha tenido registro desde el año 2006 en la provincia de Biobío, aún se están evaluando y catastrando los daños a las familias en distintos sectores de la región.

Diario La Tribuna en su recorrido por la comuna de Laja, pudo ver la situación actual de los habitantes afectados por la crecida del Río Laja, y ver las labores de limpieza que se están haciendo en las viviendas, así como el trabajo en terreno de la aplicación de la ficha FIBE (Ficha Básica de Emergencias), que permitirá a las familias recibir las ayudas necesarias por parte del Estado.

Una de las historias compartidas por las familias del kilómetro 9 de la ruta Q-90, fue la de Porfiria Jofré y su esposo, quienes fueron uno de los mayores afectados por el desborde de un canal.

En conversación con diario La Tribuna,  Porfiria Jofré relató que junto a su esposo estaban en su casa, "vimos el río como venía a 50 metros,  y resulta que en 20 minutos ya mi casa tenía 20 centímetros de agua. Así que yo no alcancé a sacar nada, solo poner arriba de la mesa una congeladora, horno eléctrico que tenía y para de contar.  Los colchones de las camas están inservibles, se mojaron completos. Tenía 3 camas de dos plazas y murieron las 3. Los sillones el agua llegó casi al tope del sillón arriba."

Agregó también en ese sentido que "Hemos estado sacando como se ve todas las cosas, yo acá perdí casi todo porque me llegó a un metro el agua, a unos vecinos menos, a otros más, pero los más damnificados en cuanto a lo material  fuimos nosotros. Pero gracias a Dios no nos pasó nada en cuanto a las personas o a los animalitos que andaban por aquí. Así que ahora hay que limpiar y seguir la vida, como se dice."

Por otra parte, esta historia se suma a decenas de otras familias que vivieron situaciones similares, y que hasta el momento aún se encuentran siendo registradas. La Directora de Desarrollo Comunitario de la Municipalidad de Laja, Ruth Soto Montoya, aclaró que hay "aproximadamente 52 familias con ficha FIBE aplicada, eso es alrededor de 140 personas más o menos, niños, adultos mayores, mujeres, más de 58 mujeres, más de 60 hombres, alrededor de 30 adultos mayores, y la verdad es que nos queda todavía bastante personal aplicando fichas nuevamente, porque a gente en su momento cuando se inundaron las casas, se fueron a casa de familiares. Entonces hay que volver porque la ficha se aplica en terreno en el lugar del daño."

Además de hacer hincapié que es necesario que las personas estén en sus viviendas al momento de ser catastradas, ya que se debe evaluar el daño en terreno, además de clasificar si las pérdidas y daños son de forma particular, emprendimientos, si son predios agrícolas, maquinaria o herramientas, entre otros. Lo que permitiría enfocarse en cada caso particular y entregar la ayuda necesaria.

Aparte de las fichas ya aplicadas, que son 52 hasta el momento de finalizar esta nota, se estima que "las fichas que van a llegar van a sumar unas 40 a 50 familias más, nuevas de las que ya tenemos, estamos esperando también que personal del ejército nos ayude a colaborar con la limpieza de viviendas y enseres de las familias de estos lugares", mencionó la directora del departamento.

En ese sentido, Porfiria Jofré, añadió que las cosas que más se necesitan en estos momentos y son "materiales para limpieza, porque no hemos recibido nada. Nosotros compramos cloro y todo eso, pero si sube de nuevo el río, vuelta a estar limpiando, y no es una vez, ya llevamos al menos dos veces durante estos días" añadió.

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