Preparan medidas ante efectos de primeras lluvias sobre suelos erosionados por incendios

Pasada la temporada estival, pronto comenzarán a llegar las primeras lluvias de la época, pero a diferencia de años anteriores, esta vez existe una preocupación especial derivada de los incendios forestales.

Se trata de los efectos que podrían provocar las precipitaciones sobre los terrenos que fueron gravemente erosionados debido al paso del fuego. Evidentemente, hubo una pérdida de masa vegetal que fue arrasada por los incendios forestales, generando la destrucción de más de 200 mil hectáreas sólo en la región del Biobío.

La preocupación que existe respecto a la llegada de las lluvias y lo que eso implicaría en los lugares donde hubo siniestros por el arrastre de sedimento, fue comentada por el alcalde de Mulchén Jorge Rivas, autoridad de una de las comunas que resultó más dañada por la emergencia.

El edil sostuvo que “lo más probable es que suceda” el arrastre de elementos que dejó a la deriva el paso de los incendios. Por ello, indicó que “hay que trabajar para tomar las medidas adecuadas con la finalidad de evitar, ojalá al máximo que ello no suceda”.

Sin embargo, Jorge Rivas se mostró cauto al reconocer que “es algo inevitable, dada la magnitud de los incendios que han ocurrido en las diferentes regiones, sobre todo en nuestra región del Biobío, en nuestra comuna, y esperamos que por lo menos durante el transcurso de los días que vienen, sigamos trabajando con la finalidad de evitar al máximo cualquier efecto que se pueda generar”.

TRABAJO TÉCNICO

En referencia al mismo tema, la Delegación Presidencial Regional del Biobío convocó a representantes de diversos sectores para trabajar en la prevención de remociones en masa producto de las lluvias.

En una reunión sostenida ayer en Concepción, se informó que la unión del mundo público y la academia será el eje que se empleará para mitigar las posibles remociones en masa y deslizamientos tras los incendios forestales en la región.

En el encuentro, la representante de Sernageomin, Natalia Sepúlveda, expuso los principales puntos críticos y mapeo de suelos afectados por los siniestros, además de los nudos que año a año presentan dificultades y deslizamientos como consecuencia de las primeras precipitaciones de la temporada.  

Por su parte, la delegada presidencial regional, Daniela Dresdner, indicó que “a propósito de esta reunión se va a generar una mesa técnica que va a empezar a funcionar inmediatamente, para generar un diagnóstico más cercano, con los puntos más complejos y más preciso de los lugares que debemos mirar con mayor atención”. En esta línea, destacó medidas de alertas tempranas y preventivas para respuestas rápidas para mitigar el riesgo de la vida de las personas.

De igual manera, la autoridad regional apuntó a resolver urgencias como la tala de árboles y compactación de terrenos, ante posibles aludes, pero también avanzar en la cubierta vegetal que requerirán los suelos junto con la invitación a las universidades “para que desde su conocimiento nos puedan aportar en esta difícil tarea”.

En tanto, el director regional de Senapred, Alejandro Sandoval, reafirmó el diagnóstico general de un año lluvioso, pérdida de capa vegetal producto de los incendios junto con la amenaza permanente de remociones en masa en la región. “Es un hecho que vamos a tener problemas de ruta o interrupción de algunos servicios, pero la idea es que podamos reaccionar con los distintos organismos de respuesta en forma rápida y disminuir el impacto a la forma de vida de las personas”, expresó Sandoval, agregando que este desafío necesitará del apoyo de las entidades de emergencia de los municipios junto con el avance multidisciplinario que se congregó en la mesa convocada por la Delegación Presidencial del Biobío.